La rápida sustitución de Esperança Camps y el ímpetu mostrado por Ruth Mateu en sus primeros días de consellera han reanimado al partido, tocado por una situación que no ha sabido llevar y que, pese al final feliz, ha desgastado de forma innecesaria a sus dos principales activos: Manel Martí y la presidenta Maite Salord. Esta es, al menos, la opinión de una de las voces más autorizadas, para quien la gestión de la crisis no debería haber implicado tanto a sus líderes. Ni haberse postergado en el tiempo.
Por eso, cuando quiso reconducirse, el conflicto le estalló en las manos sin tener un recambio definido. Mateu, militante del PSM en Mallorca, estaba adherida al partido en Menorca y había suscrito su código ético, pero no era la preferida inicialmente por buena parte de los que más mandan en Més.
Autodescartado Manel Martí, la presidenta proponía a su asesor Mateu Martínez y otros al conseller Miquel Àngel Maria, pero éste no estaba dispuesto a renunciar a su familia y trasladarse a vivir a Palma.
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4 comentarios
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Un ranxo d'arreplegats que viuen des cuento
Ahhhh su crisis, ya me extrañaba, pensaba que era la crisis que padecemos los menorquines.
Aquest il-luminats que ens governen no s'equivoquen mai, sempre son els altres els que van errats, ells son infelibles. Amén.
bienvenidos al nuevo nivel........