Avel·lí Casasnovas negoció la compra del bar de su testaferro por 900.000 €

Esta testigo, que ha sido citada en abril a ratificar su declaración ante el juez instructor del caso Nerer, Juan Pablo Hidalgo, asegura que ella cobró su parte de comisión por la totalidad del precio de venta del inmueble, que distintas fuentes cifran en 900.000 euros, aunque fue el gerente de la inmobiliaria Ingenec para la que entonces trabajaba quien se encargó de cerrar la transacción directamente con Casasnovas y Vinent. Por tanto, ni conserva la documentación ni puede corroborar lo que ya han reconocido tanto el vendedor, Jaume Mayans, como el abogado de Vinent, en el sentido de que la mitad del dinero, 450.000 euros, se pagó en negro.

No obstante, su testimonio alimenta las sospechas del fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, quien acusa a Vinent de haber colaborado mediante esta compraventa a blanquear parte del dinero que Casasnovas habría conseguido fraudulentamente a través del cobro de comisiones por las permutas, onerosas al interés público, que autorizaba desde el Ayuntamiento de Ciutadella.

De hecho, siempre según la comercial, fue una amistad de Casasnovas quien le hizo saber del interés del político por comprar Es Roseret. Tal es así que, hasta el momento en que tuvo delante suyo al entonces concejal y a su supuesto hombre de paja, no supo quién de los dos era realmente el interesado en adquirir el edificio. Pero, a la hora de escriturarlo, ella ya no estuvo presente.

Según corrobora la información oficial del Registro de la Propiedad, el inmueble de la calle del Roser se inscribió a favor de tres sociedades mercantiles administradas por Ildefonso Vinent: Inversions Manteniments i Lloguers SL, Terra Alpens SL y Obres Vavi SL, esta última constituida en 2004 a nombre de su pareja de entonces, quien le había acompañado en algunos de sus viajes a Colombia junto a Casasnovas.

Estas tres mismas sociedades fueron las que en marzo de 2012, con Vinent ya sumido en pleno concurso de acreedores, constaron ante el notario de Maó como las que vendían la casa del Roser, de 286 metros cuadrados construidos y un bar en la planta baja, al empresario Ramón Bosch, con el que el presunto testaferro de Avel·lí Casasnovas había compartido ya diversos negocios.

Bosch liquidó las cargas que pesaban sobre la finca y se subrogó la hipoteca mediante un préstamo de amortización de 600.000 euros que vence en abril de 2030. Se comprometía con ello a abonar una cuota de 3.125 euros al mes. Al cerrar la operación, el Banco Mare Nostrum, que le confió el dinero, tasó la finca a efectos de subasta en 978.000 euros.

Tanto la comercial como Ramon Bosch han sido citados el 13 de abril para ratificar su declaración ante el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ciutadella.