La alcaldesa Joana Gomila enseña el cuadro resumen del presupuesto de 2016. | Josep Bagur Gomila

TW
5

48 horas antes del cambio de año, el Ayuntamiento de Ciutadella aprobó anteayer de un modo definitivo sus presupuestos municipales para 2016. Lo hizo en pleno extraordinario y con los únicos votos a favor del equipo de gobierno, puesto que los dos grupos de la oposición (PP y UPCM) volvieron a rechazar sus cuentas.
La sesión sirvió para ratificar la previsión económica del tripartito PSM-PSOE-GxC y desestimar, de paso, las alegaciones que habían formulado tanto el club de voleibol -que mantiene vivo su contencioso-administrativo contra el Consistorio- como la patronal PIME, quien se oponía a la subida del IBI acordada en el municipio. Pero no así en el Ayuntamiento de Alaior, donde gobierna el PP, se encargaron de recordar los portavoces del gobierno local.

Los tres grupos de izquierda también desestimaron la petición del colectivo de propietarios de casas señoriales del casco antiguo, que reclamaban una bonificación del 95 por ciento en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), del que solo están exentos si no explotan un negocio en la planta baja del edificio. Pero si sacan un rendimiento económico, el Ayuntamiento les grava con el impuesto para la totalidad de la superficie del inmueble.
Pese a rechazar la propuesta, el equipo de gobierno manifestó su voluntad de estudiar de cara al próximo ejercicio la conveniencia de atender en parte la reclamación de los titulares de las casas señoriales y ampliar la bonificación del 30 por ciento de la que actualmente disfrutan las familias numerosas. También se quiere incentivar, entre otros, el uso de energías renovables para el autoconsumo eléctrico de las viviendas.

El presupuesto de 2016. ya aprobado inicialmente en el pleno del 19 de noviembre, contempla un montante total de 31 millones de euros, de los que 2,1 son para inversiones. No obstante, 1,8 millones ya están comprometidos para hacer frente al pago de expropiaciones y sentencias judiciales.