Una pareja de turistas descansa y toma el sol en una de las terrazas con vistas al puerto del hotel Carlos III de Es Castell | Javier Coll

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No son cifras espectaculares, recalcan desde la patronal hotelera, pero abrir los alojamientos en Semana Santa ha valido la pena. Las vacaciones de Pascua han cubierto las expectativas de los empresarios que han tenido «la valentía», señala Joan Melis, el presidente de ASHOME, de adelantar su actividad pese a que ahora, hasta que comiencen los meses fuertes de la temporada turística, quedan unas semanas con menos clientes.

A falta de los datos oficiales de ocupación, la Asociación Hotelera de Menorca prevé que se cumpla la previsión de alcanzar el 60 por ciento de plazas ocupadas de las 6.643 que se han ofertado en estos primeros días de abril, e incuso superarla, llegando al 65 por ciento. Eso supone un aumento de entre un 10 y un 15 por ciento sobre lo registrado en una Semana Santa en los últimos cuatro años, apunta Melis, quien realiza una primera valoración satisfactoria y añade que «ha habido movimiento, a pesar del problema de las conexiones han venido británicos, alemanes y se ha notado una mejoría del turismo nacional, y eso te anima, no vas hacia atrás sino hacia delante, hacia una temporada que esperamos que sea mejor que la de 2014», declaró ayer.

Menorca es un destino ideal para el turismo activo en temporada media, afirma Melis. Eso es algo que han podido comprobar hoteles que se dedican a ese segmento en zonas como Cala Galdana.

En hoteles como el Audax, del Grupo Artiem, se ha notado mayor ocupación que el año pasado, con una clientela en la que han sido mayoría los españoles y, en un establecimiento solo para adultos, la presencia ha sido sobre todo de gente joven. Un dato que influye también en la mayor demanda de actividades ya que son clientes que practican un turismo más activo.

En establecimientos que han permanecido abiertos durante el invierno, como el Sagitario Playa de Ciutadella, gracias a los viajes de Mundo Senior, también han notado el tirón de la Semana Santa, que ha permitido rozar el lleno en el hotel.

El presidente de ASHOME considera que se va por el buen camino si se logra atraer clientes diferentes al típicamente familiar, muy condicionado por las vacaciones escolares. «Si los niños no pueden viajar los padres tampoco viajan así que hay que motivar otros mercados», y entre estos segmentos en alza esta Semana Santa han estado el turismo activo o de deporte y el de las escapadas de pareja.

Precisamente algunos de los alojamientos elegidos para este tipo de viajes son los hoteles rurales con encanto. Uno de ellos, el de Alcaufar Vell en Sant Lluís ha mantenido la ocupación prevista para estas fechas, que con 42 plazas ha sido del 82 por ciento. «Hemos cubierto las expectativas y mantenido la demanda y la ocupación, similar a la de los últimos dos años», señalan sus responsables, pese a lamentar que ha habido «poco aumento de asientos de avión» hacia Menorca.

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