El pasado domingo fue el último en que las grandes superficies de Ciutadella pudieron abrir al público

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El pleno del Ayuntamiento de Ciutadella rechazará hoy la petición de declaración del municipio como zona de gran afluencia turística vigente para todo el año, lo que en la práctica significa que se impide que las superficies comerciales de más de 300 metros cuadrados puedan seguir abriendo los domingos en temporada baja, entre los meses de noviembre y marzo. El equipo de gobierno del PP se quedará solo en la defensa de esta propuesta, pues los partidos de la oposición impondrán su mayoría al estar en contra de la medida.

PSOE, PSM y UPCM no han variado su postura, que ya avanzaron en una comisión informativa hace un mes y mantuvieron en el pleno del pasado día 11 en el que debía tratarse este asunto, pero que finalmente el alcalde retiró del orden del día por falta de documentación. El equipo de gobierno lleva a pleno hoy la cuestión en un segundo intento, aun a sabiendas de que no prosperará por la negativa de la oposición. La concejal de Comercio, Esperança Juaneda, señaló ayer que «somos conscientes de ello, pero el PP está a favor de permitir que los 'súpers' que quieran puedan abrir los domingos. Aquí solo se habla de los comercios, pero no de los consumidores».

Es precisamente la defensa del pequeño comercio uno de los principales argumentos de los tres partidos de la oposición. La portavoz del PSOE, Pilar Carbonero, afirmó que «vamos al modelo de una gran ciudad y precisamente este no es el de Ciutadella». Carbonero también criticó que «no puede permitirse que el polígono sea una zona comercial, ya que así se descentraliza el comercio en Ciutadella. Lo que hay que potenciar es la vida en el centro para que no acabe siendo un museo».

Más allá va la portavoz del PSM, Joana Gomila, quien centra el enfoque en que «Ciutadella no es una zona de gran afluencia turística en invierno. Y esta es la excusa que se aprovecha para justificar la apertura de los supermercados. El PP se contradice: la ley estatal lo permite, pero la balear la restringe y pasa la patata caliente a los ayuntamientos para que tomen una decisión».

Por su parte, Joan Triay, portavoz de UPCM, señaló que «este debate no está en la calle. Es una cuestión que solo interesa a unas cuantas grandes superficies». Triay añadió que «no estamos por la adopción de medidas ultra liberales que pueden contribuir a destruir el pequeño comercio».