Magdalena Camps, a la derecha, celebra la dación en pago.

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Han sido casi tres años de lucha muy dura. Y finalmente el objetivo se ha alcanzado. Magdalena Pons, vecina de Maó, ha conseguido la dación en pago del piso en el que vivía. Este martes suscribió ante notaría el acuerdo con el Banco Popular.

Pons tenía que hacer frente a una hipoteca de 620 euros mensuales. Pero la pesadilla empezó cuando se quedó sin trabajo, agotó el paro y sin opción al subsidio de 400 euros. «Solo he tenido algún trabajo durante el verano, de máximo dos o tres meses, pero insuficiente para reanudar el paro», relata la vecina de Maó de 46 años.

No podía hacer frente entonces a la hipoteca, y es así como inició una «dura negociación» con la entidad bancaria con el objetivo de lograr la dación en pago. «Ha costado mucho, ha sido muy duro», reconoció. Pons afirma que la ayuda de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, la PAH, «ha sido esencial. Sin ellos y mi familia no hubiera conseguido sacar todo esto adelante, sobre todo en momentos en los que te vienes abajo».

En febrero del año pasado, Magdalena Pons logró un primer paso: paralizar la ejecución hipotecaria. Pero el banco retomó el caso más tarde y puso el piso a subasta el mes de junio. Sobre la vivienda también pasaba una orden de embargo por impago del IBI, pero el Ayuntamiento de Maó la retiró.

A finales de noviembre, llegó la buena noticia. El banco le comunicó que le concedían la dación, que se firmó ante notario este martes. «Me he quedado sin casa, pero ahora estoy libre, sin deuda a pagar», manifiesta. Magdalena, que ahora reside en la vivienda de unos amigos, recomienda a las personas que se encuentren en la misma situación que «pidan ayuda a cualquier persona para sacar esto adelante, y que sobre todo recurran a la PAH».