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Maó gestionará el año que viene un presupuesto de 34,05 millones de euros, lo que supone un aumento del 1,6 por ciento respecto al año en curso.

El proyecto de las cuentas municipales para el 2015, presentado ayer por la alcaldesa, Águeda Reynés, y por el teniente de alcaldía de Servicios Generales, Salvador Botella, refleja una expansión contenida a pesar de la reducción prevista de los ingresos por impuestos y gracias principalmente al alza de transferencias corrientes, a la firma de un préstamo de 2,5 millones de euros y a la reducción de las obligaciones del municipio en concepto de intereses y amortizaciones.

El equipo de gobierno prevé una caída de los ingresos por impuestos, por la bajada de los tipos impositivos del IBI (al 0,55 por ciento), el de vehículos y el de construcciones, pero es una disminución moderada, atendiendo a que las previsiones presupuestarias de los últimos años se habían demostrado inferiores a los ingresos reales.

Botella destacó que «el recibo del IBI se situará a niveles de 2010» y explicó que esa rebaja ha sido posible gracias al ahorro en intereses y amortizaciones (un 32,4 por ciento) gracias la liquidación del préstamo para el pago a proveedores.

En el capítulo de gastos, el consistorio ha aplicado un incremento del 7,87 por ciento en el desembolso en personal, lo que justifican por un doble motivo. Por un lado, para «consolidar la situación de este año», cuando, cabe recordar, el consistorio ha tenido que ordenar un pago extra de 700.000 euros para hacer frente a las nóminas (en contra del informe de Intervención) y, por otro, para asumir la contratación de personal interino para el geriátrico.

Desde el equipo de gobierno se destacó especialmente el incremento del gasto destinado a los servicios a las personas. El año que viene se destinarán 5,32 millones de euros, lo que supone un incremento 1,6 por ciento (583.750 euros) respecto a 2014 y del 3,44 por ciento respecto a 2011.

Reynés explicó que ese incremento se destinará principalmente a «distintos proyectos sociales y a ayudas de emergencia», aunque también incluyen 50.000 euros para mejoras en el geriátrico y 5.000 euros para mejoras en el cementerio. El gasto social supondrá el año que viene el 15,77 por ciento del presupuesto, el porcentaje más alto del mandato.