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La alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, y el conseller de Medio Ambiente, Gabriel Company, materializaron ayer el acuerdo para que el núcleo de Llucmaçanes disponga de un alcantarillado conectado a la red general de saneamiento del municipio. El Govern ha consignado una partida de 500.000 euros para este proyecto y el Ayuntamiento aportará 350.000, según informaron ayer Reynés y Company. Las obras se aprovecharán para la mejora también de la red de abastecimiento de agua potable y el asfaltado del Camí de Baix. El arreglo de la vía también es una petición de los vecinos de esta zona, afirmó la alcaldesa.

Los trabajos comenzarán en enero de 2015 y se acometerán las distintas infraestructuras de una sola vez «para molestar lo menos posible a los vecinos», aseveró el conseller, quien añadió que el proyecto «no es una cosa de futuro, está ya en presupuestos y en proceso».

En el caso del alcantarillado, debe instalarse una estación de bombeo para hacer llegar el agua fecal hasta el colector y también prolongar la red para que los residuos pueden trasladarse hasta el mismo.