Las crías de búho se despiden de sus cuidadores

Voluntariado

Según Cristòfol Mascaró, coordinador del centro, el problema de los búhos es que tienen la costumbre de criar en espacios urbanizados. Cuando los autillos abandonan el nido sin saber todavía volar corren el riesgo de morir. Gracias al trabajo de los voluntarios estas aves son recogidas y cuidadas hasta que por ellas mismas son capaces de aprender a vivir en el hábitat natural. Todos los voluntarios han realizado un curso de formación que se organiza antes de la época de cría. Allí se explican las principales pautas a seguir para cuidar las crías en casa hasta que el animal es trasladado al Centro de Recuperación. Allí se ubican en jaulas de vuelo, para que aprendan a cazar y se adapten. Este año se han recogido 30 crías pero solo 15 estaban preparadas para ser liberadas ayer.