El Ayuntamiento ha tenido que retirar del camino de Sa Boval una gran cantidad de desechos de obra.

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El Ayuntamiento de Maó pide la colaboración ciudadana para acabar con la proliferación de vertidos ilegales, y emplaza a la ciudadanía que "alerte" de estos actos para "entre todos acabar con una conducta que ya debería estar erradicada".

Desde el consistorio recuerda que los vertidos ilegales son "una agresión al medio ambiente", además de "dañar la imagen de la Isla, que recibe en estas fechas miles de visitantes y generan un gasto innecesario que implica el coste añadido de desviar efectivos destinados al mantenimiento de la ciudad", asegura el teniente de alcaldía de servicios técnicos, Mateu Ainsa. En este sentido, el Ayuntamiento destaca que un último vertido en el camino de Sa Boval, que ha requerido tres horas de trabajo de dos operarios y un camión de transporte. Ainsa lamenta, en concreto, que haya sido -"presumiblemente, por el volumen y características de los desecho, una empresa de construcción o de transporte la que ha cometido la infracción y, por tanto, la desconsideración hacia el resto de vecinos y visitantes".