Cuatro de las jóvenes que ayer acudieron al Hotel Port Mahón para el proceso de selección de azafatas de Air Nostrum esperan a la última de las pruebas, la entrevista personal. El objetivo es tener acceso a un curso de formación específico y ser contratado por la compañía. | Javier Coll

TW
0

Una salida laboral en el aire. Es lo que buscaban los 27 aspirantes, la gran mayoría mujeres, que el miércoles acudieron al Hotel Port Mahón en respuesta al anuncio de la compañía Air Nostrum. El objetivo: superar el proceso de selección para recibir formación específica para convertirse en técnicos de cabina de pasajeros, popularmente conocidos como azafatos y azafatas, y lograr un puesto de trabajo en la filial regional de Iberia.

El proceso de selección se está llevando a cabo en diversas ciudades españolas como Eivissa, Granada y Madrid y consta de tres pruebas, un test piscotécnico, una prueba de inglés y una entrevista personal a la que ya no llegaron la mayoría de las aspirantes. La compañía no establece cupos de admitidos en las ciudades en las que está llevando a cabo el proceso de selección.

Antes de tener la posibilidad de acceder a este proceso, la empresa establecía condiciones tanto físicas como de aptitudes. Si bien la experiencia o la formación en este campo no era un requisito indispensable, sí que lo era tener entre 18 y 26 años, no medir menos de 1,65 metros en el caso de las chicas y 1,70 metros en el de los chicos, ni más de 1,80 en ambos casos, y acreditar un uso del inglés fluido, condición fundamental que echa para atrás a muchos pretendientes.

Lea la información completa en nuestra edición impresa