Miembros de CCOO frente a la sede del Consell | Javier Coll

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Todavía se está a tiempo de parar la privatización de AENA y el Govern tiene suficiente respaldo social como para presionar para que el Gobierno eche atrás su intención de vender el 49 por ciento de la empresa pública. Es a grandes trazos el mensaje que Ramon Carreras, delegado sindical, y Tòbal Bosch, presidente del comité de empresa de AENA en Menorca, trasladaron ayer al presidente del Govern, José Ramón Bauzá, en una reunión celebrada en la sede del Consell y al término de la cual el sindicato aseguró que, si persiste la idea de la privatización, «no podemos descartar movilizaciones».

Carreras remarcó que el Gobierno lo único que ha hecho es «un anuncio de intenciones» y entendió que hay margen para que el Govern intente hacer recapacitar al Ejecutivo central. En juego está, según explicó el sindicalista, la principal actividad económica menorquina, el turismo: «Sería un atentado similar al de las prospecciones». El símil con la polémica sobre la búsqueda de hidrocarburos también sirvió a Carreras para explicar el sentir «unánime» que existe contra la privatización.

«El Govern debe liderar este movimiento» para evitar lo que entendió que sería una medida «nefasta» para todos los aeropuertos, pero especialmente para el de Menorca, por su perfil turístico: «Traerá una peor gestión, un peor servicio y más caro», alertó, no sin antes recordar que AENA «no nos cuesta un duro a los españoles porque se autofinancia».