Los bomberos revisan el estado de uno de los coches siniestrados | Josep Bagur Gomila

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Un joven de 29 años natural de Ciutadella, D. M. P., fue ingresado ayer en el ala de psiquiatría del hospital Mateu Orfila tras provocar la noche del viernes el incendio de un contenedor y un coche e intentar quemar otros vehículos estacionados sirviéndose de prácticas más propias de la kale borroka.

La Policía, que le detuvo in fraganti mientras intentaba perpetrar otro fuego en las proximidades de la zona verde del Canal Salat, investiga ahora el método empleado por el presunto pirómano que, según las fuentes consultadas, lanzaba una especie de cócteles molotov en sus ataques. Botellas de vidrio rellenas de material y rociadas en gasolina que rápidamente prendían en llamas y que, de no mediar la rápida actuación de las fuerzas de seguridad, habrían podido provocar cuantiosos daños materiales.

El primer episodio tuvo lugar el jueves, cuando ardió un coche aparcado en el Carrer de sa Creu, si bien los bomberos creen que el fuego pudo ser fortuito.

No lo fue el declarado la noche del viernes en las cercanías del parking de La Pau, detrás del OAR. El individuo quemó un contenedor y las llamas se propagaron al vehículo colindante, que sufrió desperfectos de consideración.
Poco después se trasladó al Canal Salat, entre el centro de salud y la Sala Multifuncional, pero los agentes, prevenidos, se le adelantaron.