El operario, disparando a las copas de los pinos. | Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Ciutadella recurrió ayer a las escopetas para acabar con las orugas que aún resistían en los árboles de la Plaça des Pins. A media mañana, un operario municipal disparó contra las bolsas que se encontraban en la parte más alta de los pinos y que no habían podido ser eliminadas a través de la intervención manual realizada la pasada semana.

El concejal de Servicios Generales del Ayuntamiento de Ciutadella, Pedro Gener, admitía ayer que «es un poco tarde para realizar este tipo de actuaciones, ya que la mejor época para intervenir frente a la procesionaria es en febrero». Sin embargo, explica el edil, un mes atrás consideraron que la población de orugas no era significativa y confiaron en que no generaría problemas. Sin embargo, el diagnóstico fue erróneo, y en el Consistorio se registraron varias quejas de vecinos alertando de una numerosa presencia de orugas.

Así, la pasada semana ya tuvo lugar una primera actuación en las zonas más bajas de los árboles, y también se fumigaron las zonas de suelo en las que se detectó la presencia de las orugas. Ayer, las escopetas acabaron con los animales que aún resistían en las copas de los árboles, aunque buena parte de las bolsas que se derribaron estaban ya vacías, ya que las orugas ya habían salido.