En Fin de Año se cocina poco

Cada vez son más quienes prefieren disfrutar de la Nochevieja sin el estrés que supone la confección de un menú en casa y optan por cenar en restaurantes o encargar la comida para llevar, una oferta que cada vez es mayor en la Isla

La noche del 31 de diciembre será una de las de mayor trabajo para muchos restaurantes de la Isla - Josep Bagur Gomila

Rubén P. Atienza30/12/13 0:00

La tendencia de disfrutar de la noche de Fin de Año sin pasarse la tarde entre fogones se afianza año tras año. La realidad es que para celebrar tan señalada fiesta ahora se cocina menos en casa y más en los restaurantes. Tanto es así, que los comensales se apresuran cada vez mas en reservar mesa.Así lo confirma Alejandro Vinent, responsable del asador Molí des Comte de Ciutadella, donde colgaron el cartel de completo hace ya cuatro semanas y actualmente tienen medio centenar de personas en lista de espera.

Al igual que durante los últimos años, el 31 de diciembre sigue siendo un buen día para el negocio, «aunque cada vez la competencia es mayor», añade Vinent, lo que propicia que la cena incluya cada vez más una oferta más completa, con cotillón tras comerse las doce uvas, y en algunos casos «recena».

Pero sí no encuentra mesa, siempre queda la opción de encargar la cena para llevar, otro modelo que triunfa actualmente, en parte, gracias a la crisis. «La petición de menús está más o menos en el nivel del año pasado, aunque como siempre hay mucha gente que acude a nosotros a última hora», apunta Bep Caules», gerente de La Roma y el Café Balear.

El buen nivel de reservas lo confirman desde el restaurante S'Amarador, también completo, cuyo responsable, AntoniSalord, señala que la tendencia de salir a cenar sigue al alza. La realidad es que en Menorca la oferta para que te sirvan la comida en Nochevieja es cada vez mayor, y con una gama de precios muy amplia, que abarca desde los 30 hasta los 100 euros aproximadamente.

No obstante, desde la Asociación de Bares y Restaurantes, su presidente, Daniel González, advierte que no es oro todo lo que reluce, ya que la competencia y el ajuste de precios ha propiciado «una bajada en la rentabilidad». Por otra parte, concluye que en los menús no suelen faltar los platos típicos para estas fechas, pero que muchos restauradores aprovechan la ocasión «para hacer guiños» a los comensales con productos culinarios nuevos.