Las lonchas de queso fabricadas por Quesería Menorquina se venderán en la red de 470 tiendas BonArea que el grupo alimentario Guissona tiene en Catalunya, gracias a un acuerdo de comercialización alcanzado por Sa Cooperativa del Camp y Cooperativa Guissona y, como tercero, la empresa del antiguo El Caserío.
La firma de este importante vínculo comercial entre las dos cooperativas, la menorquina y la leridana, se dio a conocer ayer en la asamblea general celebrada por la Cooperativa Agrícola i Ramadera de Menorca en su sede de Ciutadella, un encuentro en el que además se presentó la nueva estructura comercial de la cooperativa -tras la fusión de Sant Guillem i Santa Escolàstica de Ciutadella con Sant Llorenç, de Alaior-, y se debatió sobre la nueva estrategia de ventas.
Marca blanca
La entrada de las lonchas de queso fundido fabricadas en la Isla en el mercado catalán se realizará a través de la marca BonArea del Grup Alimentari Guissona, y la distribución se realizará en la cadena de supermercados del mismo nombre, que tienen una fuerte implantación en esa comunidad autónoma.
Según informó la gerente de Sa Cooperativa del Camp, Antonia Bosch, la comercialización del queso es el primer acuerdo firmado fruto de los contactos iniciados con compradores y que se espera que fructifiquen en los próximos meses.
En el acuerdo relativo al queso también se han abierto conversaciones con la Cooperativa Insular Ganadera (COINGA), con el objetivo de que ésta pueda sumarse a la colaboración con Guissona. Antònia Bosch consideró que el convenio comercial alcanzado con la mayor cooperativa de Catalunya «ayudará a dar un impulso a Quesería Menorquina y a todo el sector». La Cooperativa Guissona incluye actividades ganaderas, de transformación cárnica, fabricación de piensos y venta directa a través de sus tiendas BonArea.
De momento el queso fundido fabricado en Menorca se venderá en lonchas, pero también está en estudio que puedan comercializarse las porciones.
Para Quesería Menorquina también es una muy buena noticia. La empresa se encuentra en situación concursal y esta es una vía de mantener la producción y retomar el contacto -roto durante los años en que la familia Ruiz Mateos estaba al frente de la fábrica-, con compradores como Guissona. Es un cliente importante y a las lonchas pueden seguirle las porciones y el queso rallado.
El origen del grupo alimentario catalán está en una pequeña cooperativa agropecuaria de la comarca de la Segarra, en Lleida, que ha llegado a convertirse en una de las empresas cárnicas más importantes de Europa. La Cooperativa Guissona tiene más de doce mil socios, agricultores y ganaderos, y el grupo genera cuatro mil puestos de trabajo directos.
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