El Consell de Menorca dispone de un plazo que concluye el próximo viernes, 20 de diciembre, para devolver al Instituto de Crédito Oficial (ICO) 2,2 millones de euros -1.625.000 de préstamo y 659.000 de intereses- que habían sido aprobados para construir un club hípico en Sant Lluís.
La partida de ayudas estatales dirigida -por su destino finalista- a la mejora del producto turístico ecuestre de Menorca en Sant Lluís fue desviada por el anterior gobierno PSOE-PSM del Consell a la zona deportiva de Bintaufa (Maó), pero, en realidad se destinó a gasto corriente del Consell.
Este cambio, que fue decidido unilateralmente, no ha sido aceptado por la Abogacía del Estado. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento de Maó no podrá recuperar las cantidades en concepto de certificaciones de obra -que suman 1,6 millones- para las actuaciones llevadas a cabo en Bintafua.
El Consell debe devolver ahora 2.272.768 euros porque la sustitución del club hípico de Sant Lluís por la zona deportiva de Bintaufa altera el proyecto incluido el 2006 en el Fondo Financiero del Estado para la Modernización de Destinos Turísticos Maduros (FOMIT). Al no haberse adaptado el planeamiento urbanístico de Sant Lluís al Plan Territorial Insular, en junio de 2008 se firmó un acuerdo entre este ayuntamiento y el de Maó por el que este municipio cedió un terreno en Bintaufa para el equipamiento hípico.
Dos años más tarde, en septiembre de 2010, se acordó destinar los 1,6 millones a «la mejora de la zona deportiva de Bintaufa en general y no a la creación de un club hípico en concreto», según la comisión de seguimiento, que debía tramitar el cambio ante la Secretaría de Estado de Turismo.
La normativa que regula las ayudas del FOMIT establece que «el incumplimiento de la aplicación del préstamo en las inversiones propuestas dará lugar a la revocación de la autorización otorgada, con la consecuente obligación de reintegro de las cantidades objeto del préstamo, incluyendo el interés legal del dinero».
Sin autorización
El problema se conoció tras el cambio de gobierno en el Consell. En noviembre de 2011 la consellera de Turismo, Salomé Cabrera, explicó que en el expediente no consta ninguna petición para modificar el proyecto, porque se había sustituido el club hípico de Sant Lluís por Bintaufa sin la autorización del Gobierno central.
Pero el impacto es doble: el Consell, que destinó a gasto corriente los 1,6 millones; y el Ayuntamiento de Maó, que llevó a cabo a unas obras en Bintaufa, pensando que iban a cargo del FOMIT. La normativa estipula que no se pueden cambiar los proyectos aprobados ni se pueden ser trasladadas a otro municipio, que es lo ocurrido.
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