Detalle del techo de un aula del colegio Maria Lluïsa Serra del que se desprendió una placa - Javier Coll

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Los alumnos del colegio público Maria Lluïsa Serra de Maó no podrán asistir a clase mañana lunes, como se había anunciado inicialmente, ni tampoco el martes, porque durante esos dos días se llevarán a cabo las labores de refuerzo de la estructura de falsos techos de todo el edificio: las aulas, los pasillos y las zonas comunes. La recomendación de no llevar a los niños a clase fue comunicada por la dirección de los centros escolares Maria Lluïsa Serra y Sa Graduada -ambos comparten instalaciones-, a los padres a través de correo electrónico y mensajes a móviles a lo largo de la mañana de ayer y, con posterioridad, la propia Conselleria balear de Educación emitió un comunicado oficial explicando la situación.


Manipulación incorrecta

Según el departamento que dirige Joana Maria Camps, después de la revisión realizada por los técnicos el pasado viernes, entre las posibles causas de la caída de parte del techo se apunta que «la dimensión de las placas perimetrales es corta» y que «la manipulación del falso techo cuando se efectuaron trabajos de mantenimiento de las instalaciones, que se ocultan encima de las placas, fue incorrecta». De este modo se descarta que el problema haya estado relacionado con el mal tiempo registrado estas últimas semanas.

Este primer diagnóstico ha sido realizado, según el Govern, por los técnicos que se encargaron de las obras de construcción del edificio, y que ahora realizan la revisión a raíz de los incidentes que se han producido a lo largo del mes de noviembre.

Cabe recordar que la primera placa sintética se desprendió el pasado 11 de noviembre y que la inspección se ha llevado a cabo tres semanas después; además, el edificio es de reciente construcción, ya que fue inaugurado en septiembre de 2012.

Para solucionar «estos imprevistos» y «mantener la seguridad en las aulas del centro educativo», señala la nota de la Conselleria, mañana se desplazarán al colegio los técnicos especializados de la empresa que instaló el falso techo en todo el edificio. La construcción de la escuela corrió a cargo de la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Dragados y Juan Mora.

Ahora el trabajo de los técnicos consistirá en una revisión general del estado de las instalaciones en todas las aulas y solucionar los problemas detectados. Por este motivo la Conselleria pide «la ausencia de todo el alumnado del centro durante dos días», tiempo que se considera adecuado para asegurar la estructura.

No opinan lo mismo los padres consultados por este diario, que ven el plazo muy justo para que se revise todo el centro y puedan continuar llevando a sus hijos con total tranquilidad. «Estamos muy preocupados, es un problema muy grave», apuntaba ayer una madre, quien recordó que la primera placa cayó en el comedor, al que acuden alumnos de los dos centros, Maria Lluïsa Serra y Sa Graduada, y se pregunta qué habría pasado si una placa hubiera golpeado a uno de los niños.