El Ayuntamiento de Ciutadella aprobó anoche, por vez primera sin votos en contra, el presupuesto municipal de 2014. El pleno más corto y menos concurrido que se recuerda sirvió para constatar que el gobierno popular sigue a rajatabla el dictado del Plan de Saneamiento, está controlando el gasto hasta el extremo y prioriza la atención social.
Hasta el PSOE se lo reconoce abiertamente pero, como el PSM, se aferró al desacuerdo sobre algunas partidas para justificar su abstención. UPCM, por contra, sí votó a favor.
La primera teniente de alcalde de Hacienda, Francisca Marquès, dio otras dos buenas noticias. A partir de noviembre de 2014, Ciutadella volverá a ingresar la totalidad de su participación en los tributos del Estado, puesto que Madrid ya se habrá cobrado los 6,2 millones que le prestó antes del Plan de Ajuste. Y el Govern ha reducido en estos dos últimos años su deuda con el municipio. Ha pasado de 4,4 a 2,1 millones de euros. «Hemos dado un gran paso adelante», admitió Marquès.
El municipio ahorrará en personal y en la gestión de la piscina, recorta la partida de protocolo de 30.000 a 4.000 euros y, como se vio ayer, los concejales han renunciado hasta a las estufas que les ayudaban a combatir el frío en los plenos. Tampoco aumenta la presión fiscal y dará trabajo a 23 personas en paro.
Solo incrementa las inversiones, un 54%, pero para hacer frente a las cada vez más numerosas sentencias por expropiación forzosa. Y las críticas más duras de la portavoz del PSM, Joana Gomila, son para el Govern y el Consell, por retrasar el pago de su deuda y forzar a un municipio como Ciutadella a tener solo policías turísticos seis meses al año.
La socialista Pilar Carbonero agradeció en reiteradas ocasiones al gobierno del PP que «priorice las personas y haya hecho caso a las demandas de nuestro grupo». La exalcaldesa solo le echó en cara que, pese a aplicar medidas de ahorro en el alumbrado público, el gasto en suministro eléctrico haya crecido. También aumenta en 40.000 euros el servicio de agua, pero por la recepción de nuevos pozos.
Claro que, como no hay dinero para todo, el refuerzo de la partida en Servicios Sociales obliga a reducir a la mitad las actuaciones en la red de caminos rurales y a rebajar el presupuesto de Turismo. También se aminora el mantenimiento de las zonas verdes en las urbanizaciones hasta en un 80% y se recorta la ayuda alTercer Mundo.
Concesiones
«Son unos presupuestos realistas», dijo Joan Triay, quien ensalzó incluso el «gesto encomiable y altruista» de algunos concejales del PP que han renunciado a la paga de Navidad.
Lo único malo, y en eso coincide el PSM, es la «negligente e irreflexiva gestión de algunas concesiones». Ajustado el gasto, toca ingresar más.El alcalde está de acuerdo.
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