La solidaridad tiñe el puerto de rosa

La página web oficial para las inscripciones contaba por la mañana con unos 300 inscritos. El centenar restante se presentó directamente en el Moll de Ponent, frente a Autoridad Portuaria. Sin duda, la actividad desbordó a la organización. No importaba quedar primero o último. Lo verdaderamente primordial era el calor humano que las entidades percibieron. "Ha sido inmejorable, este apoyo es lo que realmente nos da fuerzas para continuar con nuestra labor", aseguraban tanto Dolores Mir como Joana Torres, presidentas de ALBA y ASPANOB, respectivamente, y beneficiarias de la cuantía recaudada con el evento.

Unos corrían por pasión al deporte. Otros para hacer visible su solidaridad hacia las entidades que apoyan a las personas afectadas por el cáncer. Y otro colectivo tenía algún miembro de la familia enfermo y para ellos, correr, por complicado que les pareciera, era lo mínimo que podían hacer para exteriorizar que estaban con ellos. Es el caso de Paula Navarro, una joven de 16 años quien se personó a la carrera con la fotografía de su madre en el dorsal. Toli Truyol fue recientemente operada tras diagnosticarle cáncer de mama y actualmente está en tratamiento. La presencia de su hija en la carrera la dejó sin palabras. Fue el mayor apoyo en momentos realmente complicados para un ejemplo de lucha y fortaleza.

La carrera contó con cuatro categorías. La primera, con una distancia de 338 metros, la disputaron los niños con edades comprendidas entre un año y ocho. Los corredores de entre los nueve y los once años recorrieron más de mil metros. En la categoría absoluta, los participantes podían correr 2.753 metros o hacer el recorrido tres veces y completar los 7.800 metros. Fueron la más multitudinarias con 153 (tres vueltas) y 182 corredores (una vuelta). La lluvia, que hizo acto de presencia a mitad de la carrera, no logró deslucir el evento.

Lea toda la información sobre este tema, imágenes y clasificaciones en Kiosko y Más o Mynews