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Los payeses de Menorca dan la bienvenida a las lluvias, después de la sequía vivida en la Isla este otoño. "Que llueva para el campo siempre es bueno, siempre y cuando las lluvias no sean torrenciales", asegura Pau Bosch Pons, presidente de Agrena.

"Son bienvenidas, aunque tal vez llegan un poco tarde", añade el payés de Algaierens, lo que puede retrasar la siembra de pastos para alimentar el ganado, ya que con la tierra tan mojada no se puede sembrar, y se tendrá que esperar a que deje de llover durante unos cuantos días, apunta Bosch.

Igual lo ve Manel Martí, secretario general de Unió de Pagesos, aunque cree que "el problema no es tanto por la lluvia de estos días, sino que ésta haya llegado tan tarde". Y es que debido a que no había llovido casi nada, la tierra estaba muy seca y no se podía labrar.

Todo ello puede acabar perjudicando al payés ya que el retraso de la siembra del pasto implicará que al menos hasta el mes de enero no se pueda recoger el forraje para alimentar el ganado, cuando lo normal es recogerlo por estas fechas. "Muchos predios ya se están acabando el forraje, y ya lo están comprando", asegura Bosch, con el consecuente gasto, que se añade a los numerosos costes de producción a los que tiene que hacer frente la gente del campo.

Sea como sea, ambos payeses concluyen que "estas lluvias no han sido malas para el campo", y "nos podemos quejar porque llueva", simplemente "tendremos que tener paciencia".