Dos joyeras con mucho arte

Isabel Mir diseña un tipo de joyería mediterránea, inspirada en las formas orgánicas y el mundo natural, que descubre cuando visita el litoral y el campo de Menorca, de la que se muestra hechizada. La joyera se deja seducir por el universo natural, desde un trozo de madera, el esqueleto de un erizo, una piedra erosionada o el movimiento de las olas del mar o la tramontana. Su obra trasciende el simple diseño de joyería para convertirse en pura creación artística. Isabel Mir trabaja desde su taller en sa Contramurada de Ciutadella, dónde tiene abierto su showroom de joyería mediterránea. Como anécdota, la joya premiada, «Erosió», ya tiene comprador.

Coincidencia

Si el brazalete de Isabel Mir ha obtenido el primer premio, la segunda distinción también ha sido para otra joyera de Menorca. Erika Hartje (Montevideo, 1972) ha obtenido el segundo premio del mismo Concurso Internacional de Joyería de Córdoba. La pieza premiada, «Collar de sirenas», es una gargantilla diseñada con pinzas de pelo de acero, fornituras para bisutería de latón, plata y piedra ónix pampa. Esta joya se inspira en la posidonia, y es el particular homenaje artístico de Erika Hartje a la planta que oxigena el Mediterráneo y crea un ecosistema imprescindible para la vida submarina.

Para crear la pieza, la joyera residente en Menorca ha evocado «un mundo bajo el mar dónde todo es posible, donde las sirenas nadan con sus crías adornadas por collares de posidonia y peces de colores que acompañan sus viajes por el largo y ancho mar», explica.

Erika Hartje fue fundadora del colectivo de joyeros «7dejoies». En 2008, junto a otras tres artistas y un creativo publicitario, inauguró «tres3tres», un espacio multidisciplinar de exposición permanente en el puerto de Maó. En 2011 materializó su propia colección, «Papallones», después de colaborar con la marca Chaverdi y con fábricas de bisutería menorquinas.

Las joyeras Isabel Mir y Erika Hartje convergen en diversos sentidos. A la coincidencia de haber sido las premiadas por el mismo certamen, se une el hecho de diseñar joyas desde Menorca, convirtiendo la naturaleza de la Isla en fuente de su inspiración artística. También se añade el hecho de que sus obras forman parte de la exposición de joyeros menorquines «Menorca contemporània», que exponen sus piezas en Barcelona en el showroom de La Mirada hasta el mes de diciembre. Ambas son diseñadoras emergentes de la joyería contemporánea y de autor, y un orgullo para la Isla.