El menorquín se declara poco inclinado a «hacer ghetto» y afirmar relacionarse con todo tipo de gente y de todas las nacionalidades - S.L.

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Irreverente, divertido, un punto provocador y directo. No se priva de decir lo que piensa, con afirmaciones como «la crisis es una megamanipulación» o «detesto a todas las personas interesadas, que te rodean cuando saben que tienes algún proyecto creativo». Y él lo tiene. Se llama 'Terrordentudo Ufologycenter' y detrás de este nombre artístico está Sebastià Llufriu, un menorquín que desde diciembre de 2009 vive en Amsterdam para, desde allí, producir su música.
Ritmos que se mueven entre la música electrónica y los sonidos etnofolk, aunque prefiere huir de los encasillamientos. Él mismo se muestra también, en esta entrevista, como alguien nada fácil de clasificar.

Hace ya algunos años que decidió abrirse camino en Holanda con Terrordentudo Ufologycenter, ¿cómo va su proyecto?
- Bien, como Terrordentudo he hecho algunas actuaciones aquí, pero de forma bastante poco comercial, ya que detesto a todas las personas interesadas -en el mal sentido de la palabra-, que te rodean de golpe cuando saben que tienes algún proyecto creativo.

¿Y ese recelo?
- Me gustan los humanos en general, pero solo una pequeñísima parte de ellos, llámeme rebuscado.

¿Ha aprovechado este tiempo musicalmente hablando? ¿Se ha sentido inspirado?
- La verdad es que es en lo que más he aprovechado el tiempo aquí. He tenido la oportunidad de aislarme de todo, una sensación que me encanta, y sin interrupción y bajo el nombre de Terrordentudo he producido más de novecientos temas, paridos en Netherlands.

Siempre se ha declarado anticomercial ¿vive de otras ocupaciones que no son la música?
- Sí, he tenido también otros empleos, he estado trabajando en 'call centers' y en varios hoteles, también en una empresa de merchandising y en otra que comercializa semillas de cannabis, no plantas, solo semillas (matiza). Encontrar trabajo aquí no ha sido nada difícil, aunque tuve que comenzar por cosas que no me gustaban mucho, como hablar por teléfono.

¿No se nota la crisis en Holanda, no hay paro?
- Paro... sí, Holanda está en recesión, pero muy leve todavía. Y como es un país poco dado a la corrupción y ésta se castiga, no como en España, no creo que lo tengan tan difícil de solucionar como nosotros.

Es una economía muy volcada al comercio exterior, debe de resentirse de los problemas del resto de Europa...
- Sí, el comercio exterior es uno de los puntos fuertes de Holanda. Los Países Bajos siempre han tenido una tradición exportadora y marinera, de hecho, inventaron en cierto modo la esclavitud como producto de importación. Pero son muy buenos en otras cosas, como la logística.
Y para combatir las inundaciones y crear diques, no hay mejor país ni más avanzado en nuevos sistemas de control del agua: es su primer y peor enemigo.

¿Usted no llegó huyendo, como otros, de la depresión del desempleo?
- Mi motivación para ir a vivir fuera no la recuerdo muy bien, ya que desde que tenía 18 años he vivido temporadas largas en Irlanda, Inglaterra, Barcelona, Valencia, Granada...entre otros lugares. La verdad es que soy bastante nómada, y no me cuesta nada hacer la maleta.
Sé que podría parecer que huí de Menorca por la crisis, aunque yo dudo de que sea una crisis propiamente dicha: es una megamanipulación a nivel europeo. Lo que sí es cierto es que he encontrado trabajos que me han hecho aprender mucho.

Holanda es un país de tópicos muy bucólicos, sus canales y flores, y otros no tanto, como los coffee shops y la zona roja de Amsterdam, que también atraen turismo, ¿qué opina?
- Bueno sí, los tópicos ahí están, aunque como yo vivo lejos del centro no tengo tiempo de encontrármelos. En cuanto a la libertad para consumir algunas drogas, me parece muy hipócrita que se relacione Holanda con las adicciones cuando, por ejemplo, el hecho de que el cannabis esté regulado hace que muchas drogas denominadas duras se consuman mucho menos que en otros países.
¿Prostitución en los escaparates? Bien, estas chicas al menos tienen atención médica y psicológica, y no trabajan en negro. ¿Dónde están y cómo son tratadas las prostitutas en otros países?

Solo planteaba una de las cuestiones conocidas de la ciudad. En realidad, Holanda no ocupa mucho espacio en las noticias, ¿no le parece?
- Estoy de acuerdo, la información que se recibe de Amsterdam u Holanda en general suele ser poca, ya que aunque Netherlands sea un país conocido, próspero y en ciertos aspectos relevante, no olvidemos que no deja de ser un país bastante pequeño, que puedes atravesar de arriba a abajo en tres horas.

¿Qué es lo más relevante que ha sucedido desde que vive usted allí?
- Supongo que la coronación del nuevo rey de los holandeses. Carne de periodismo sensacionalista básicamente.

El pasado abril, y tras la abdicación de Beatriz, tuvo lugar la ceremonia de investidura de Guillermo Alejandro y Máxima como reyes de los Países Bajos, punto de encuentro de representantes de las Casas Reales europeas que proporcionó abundante material para las revistas de sociedad y del corazón.

Será porque Amsterdam se ha convertido en plataforma para su proyecto musical, parece bastante integrado...
- Como inmigrante yo no he sentido ningún tipo de rechazo, al contrario, los holandeses pueden parecer gente distante y fría, pero en realidad no es frialdad, es individualismo. Y a mí eso ya me parece bien.
Yo me relaciono con todo tipo de gente, no soy de los que hacen ghetto fácilmente. Si voy por la calle y oigo hablar en catalán o en castellano no me impresiona mucho, ¿debería hacerlo?

Supongo que no, aunque será un alivio si el holandés le resulta difícil ¿lo es?
- Sí, es una lengua bastante complicada si la quieres utilizar en un registro formal. Yo puedo decir que tengo un nivel medio de neerlandés, me cuesta hablarlo pero lo tengo dentro de la cabeza. Si me apuran un poco, me lanzo.

¿Qué recomendaría a aquellos que no conocen Amsterdam y la quieren visitar?
- Como algo esencial de la ciudad recomendaría visitar el Rijksmuseum (Museo Nacional de Amsterdam) y el Hermitage (a imagen del de San Petersburgo, este museo se dedica a la cultura rusa). También aconsejaría ver los parques.
Yo no soy gran fan de los zapatos, pero aquí hay muchas zapaterías por metro cuadrado; y anticuarios. También hay que decir que, si tienes problemas de orientación, es una de las ciudades más confusas y retorcidas en lo que se refiere al urbanismo de las calles. Está a medio camino entre laberinto, caracol y espiral irracional. Los inviernos son salvajemente ventosos y oscuros, en cambio los veranos, son muy agradables.