El oleaje afectará más al dique de Son Blanc porque esta infraestructura habrá perdido altura por la subida del nivel del mar

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Años atrás, el cambio climático era una hipótesis. Actualmente, es una realidad palpable y medible. Ahora, uno de los objetivos de los científicos es reducir los efectos de este proceso sobre el entorno. En este fin se encuentra un científico menorquín, Damià Gomis, quien tiene claro que el calentamiento global afectará de manera notable a una infraestructura básica para la Isla, los puertos.

De hecho,Gomis está trabajando ya con el Ministerio de Medio Ambiente en la redacción de un estudio sobre los efectos de la subida del nivel del mar en la operatividad de los puertos. Evidentemente, entre ellos, los menorquines. El científico del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) advierte de que los actuales diques y espigones pueden ver reducida su funcionalidad con la crecida del mar prevista para las próximas décadas.


1,5 milímetros al año

A día de hoy, explica, el nivel del mar sube de media 1,5 milímetros cada año. Es un ritmo lento, que se acelerará irreversiblemente en los próximos años. De hecho, Gomis calcula que de aquí a final de siglo, el nivel del agua del mar en el Mediterráneo habrá subido entre 70 y 80 centímetros, pues hasta ahora las elevadas presiones atmosféricas habían evitado un mayor crecimiento, pero esta situación, pronostica Gomis, se ha acabado.

Son los cálculos específicos para este mar. En el conjunto del planeta, las tesis más pesimistas realizadas cinco años atrás se han visto superadas. Así, Gomis recuerda que la ONU predecía hace cinco años una subida del nivel del mar de entre 20 y 60 centímetros. Ahora, tras comprobar que el ritmo es mayor de lo esperado, estas predicciones se sitúan entre los 50 y los 100 centímetros.


Menos días de servicio

¿Cómo podría influir esto en una infraestructura portuaria como el dique de Son Blanc, en Ciutadella? Aún no se sabe, se está estudiando, pero sin duda es una instalación que puede ver perjudicada su operatividad con la subida del nivel del mar. Damià Gomis explica que el oleaje en el mar no se alterará con el calentamiento global. Es decir, las olas seguirán teniendo la misma altura que hasta ahora. Sin embargo, una cosa es que las olas embistan una estructura de cuatro metros de altura, y otra que esta protección se quede en solo tres metros por la crecida del mar. Esto provocará que sean más los temporales que intercedan en la operatividad de la infraestructura, y que por tanto, sean más los días en que no pueda operar con normalidad.

¿Qué hay que hacer ante este panorama? Aún no se sabe. Primero se está estudiando el efecto concreto sobre cada infraestructura portuaria, para hallar la respuesta exacta para cada instalación. Sin embargo, la cuestión se aborda con tiempo suficiente porque se prevé que las actuaciones a acometer a nivel global sean muy costosas. De hecho, en países como Holanda, situados por debajo del nivel del mar, las actuaciones ya han comenzado.