A las 12.30 horas arrancó el desfile en una calle interior del cuartel de la Guardia Civil de Maó - Javier Coll

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El cuartel de la Guardia Civil de Maó vivió ayer el acto central de la celebración de la Virgen del Pilar, patrona del cuerpo. Es el segundo año que los actos de la patrona y de la Hispanidad se concentran en los cuarteles, con un cariz más castrense y patriótico, y no en la sede de la Administración General del Estado, donde tradicionalmente se realizaba una discreta recepción a autoridades.

El cambio, instaurado por el joven capitán de la Benemérita en Menorca, Roberto Tirado Muñoz, se consolida, más si cabe, con el relevo producido en la dirección insular del Estado, en manos del militar Javier López-Cerón, quien ayer presidió la celebración y alabó en su discurso las virtudes del cuerpo: «Lealtad, disciplina, abnegación y dedicación al servicio, son valores que para una parte de la sociedad carecen de sentido, pero que para vosotros son un referente en el quehacer diario».

El Día de la Hispanidad arrancó con una misa en la iglesia parroquial de Sant Lluís (que tuvo sus réplicas en las iglesias de Sant Martí en Es Mercadal y Sant Francesc, en Ciutadella). A las 12.30 horas arrancó el desfile en una calle interior del cuartel de la Guardia Civil de Maó. Al son de 'Soldadito español', desfiló frente a las autoridades políticas (por primera vez estuvo presente el presidente del Consell, Santiago Tadeo), eclesiásticas y militares una escuadra de 23 hombres. Le precedió una escuadra de gastadores y cerró el desfile un representante de la unidad cinológica y una pareja de la Guardia Civil de Tráfico.

Acto seguido se condecoró a cinco agentes y siete niños hijos de guardias civiles recibieron la medalla conmemorativa de los cien años de la proclamación de la Virgen del Pilar como patrona de la Guardia Civil. Tras los discursos del capitán de la Benemérita en Menorca y del director insular del Estado se hizo la tradicional ofrenda a los caídos en servicio, acompañada de una sentida oración. El himno de la Guardia Civil y la degustación de un vino español cerraron un acto que tiene garantizada su continuidad.