Un grupo de inversión extranjero negocia la compra de los 159 pisos del Esmeralda

Un precio que se negocia a tres bandas. Por un lado, el grupo inversor y por el otro el promotor del inmueble Prisoles Mediterráneo y la banca (a través de Mare Mostrum y sobre todo del Sareb, el banco malo), debido a la deuda que tiene contraída el promotor con la propia entidad financiera.

El grupo inversor no está dispuesto a pagar la cifra que la banca demanda, para poder cubrir la deuda contraída con el promotor de los apartamentos, y ha presentado una oferta alternativa, comentan desde la inmobiliaria Bonnin Sansó, intermediaria de la operación, que avanza que este grupo de inversión extranjero no es el único que se ha interesado en adquirir la ambiciosa promoción levantada en Ciutadella, ya que también inversores españoles han presentado una oferta de compra.

El dilema para la banca es si acepta o no este precio, que en la práctica es una quita. Aceptar el precio a la baja le supondría perder dinero al no cubrir la totalidad de la deuda contraída pero, por contra, le permitiría recuperar parte de la misma, que en vistas de como está el mercado inmobiliario y concretamente la venta de esta promoción, de otro modo se aventura complicado.

Por su parte, el inversor ha hecho una oferta a la baja, ya que lo quiere comprar para en un futuro hacer negocio y por lo tanto venderlo, con el correspondiente beneficio.

Historia
Los pisos se construyeron en el solar del paseo marítimo donde estaba ubicado el hotel Esmeralda (en su día llamado Eleycon, construido en 1959). Prisoles en noviembre de 2007 compró el hotel por 29,9 millones de euros. En febrero de 2008 se inició la demolición y se empezaron a construir los pisos de lujo. Vino la crisis y las viviendas no se vendieron. El año pasado el grupo Corbis (accionista de Prisoles) anunció que se quedaría el complejo para darle un uso turístico, pero la iniciativa no prosperó.