La Guardia Civil, en el marco de la operación denominada 'Circinus', llevada a cabo en Girona, Barcelona y Baleares, ha detenido a diez personas, cuatro de ellas en Menorca, cinco en Girona y una en Barcelona como presuntos integrantes de una red dedicada al expolio arqueológico submarino, que actuaba en las costas catalanas y balear.
En un comunicado, la Benemérita ha informado de que en el transcurso de la operación, han resultado imputadas por los mismos delitos otras tres personas.
Durante la operación, según ha detallado, se ha intervenido diverso material arqueológico (ánforas, platos, vasijas, jarras y compás de navegación), cartas de navegación y sistemas informáticos.
Igualmente, los agentes han incautado dos embarcaciones 'Bon Geni' y 'Bon Pigall', de 18 y 23,8 metros de eslora respectivamente, equipadas con sofisticado material técnico empleado en las prospecciones del fondo marino y extracción de los bienes localizados en el mismo.
Las investigaciones se iniciaron en el mes de junio del 2010 cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que una fundación privada con sede en Tarrasa (Barcelona), publicitada en internet como fundación sin ánimo de lucro dedicada a la investigación y exploración submarina, podía estar extrayendo de fondo marino y sin autorización de las autoridades competentes, restos arqueológicos existentes en pecios submarinos.
Por todo ello, el Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y el Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Comandancia del mismo Cuerpo de Girona, iniciaron una investigación con el fin de poder determinar qué persona o personas pudieran estar implicadas en los hechos investigados, pecios expoliados, actividad de la empresa y movimientos de sus barcos.
Tras tres años de investigación, los agentes pudieron averiguar que la citada empresa, utilizando embarcaciones propias y material "muy sofisticado" para el estudio del fondo marino, había expoliado sin autorización, yacimientos arqueológicos subacuáticos de los que había tenido conocimiento en la mayor parte de las ocasiones a través de pescadores conocedores de su ubicación, recibiendo estos posteriormente y como muestra de gratitud por la información, alguno de los objetos expoliados en el fondo marino.
Con la información recopilada y previa solicitud de los correspondientes mandamientos de entrada y registro, la autoridad judicial ordenó el registro de trece domicilios, cuatro de ellos en Menorca, y de las embarcaciones 'Bon Pigall' y 'Bon Geni', atracadas en los puertos de Roses (Girona) y Mataró (Barcelona).
Entre el material intervenido, destaca gran cantidad de archivos fotográficos y videográficos, en los que se aprecia a las personas y embarcaciones investigadas, extrayendo objetos arqueológicos del fondo del mar.
La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número uno de la Bisbal de L'Emporda (Girona), ha sido llevada a cabo por el Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Comandancia del mismo Cuerpo de Girona.
Finalmente, la Guardia Civil, con competencia exclusiva en la protección de las aguas territoriales españolas, ha recordado que la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico Español prohíbe expresamente la búsqueda, sin autorización, de restos arqueológicos, mientras que en el caso de que estos fueron hallados de forma casual o previa autorización, deben ser entregados inmediatamente a la administración.
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