Playas. Las calas del litoral sur de Ciutadella son las que tienen una mayor ocupación - Jaume Fiol

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El momento álgido de la temporada turística se acerca y ello se deja notar en el principal atractivo de la Isla como destino turístico, sus playas vírgenes. Al contrario de lo que suele suceder en gran parte del litoral español, donde el reto es encontrar un hueco donde plantar la sombrilla, en Menorca a veces resulta mucho más complicado hacerse con una plaza de aparcamiento en la playa elegida. En realidad nada o poco ha cambiado durante está temporada turística, donde la tónica sigue siendo la misma de los últimos años, con una ocupación muy alta en los parkings, especialmente en los de las playas de la costa sur de Ciutadella.

Desde el departamento de Movilidad del Consell insular, así lo confirman. Además, añaden que salvo casos muy puntuales "no hay incidencias", lo que apunta a que será una temporada tranquila. En lo que se refiere a las preferencias de los bañistas, Cala en Turqueta sigue siendo el arenal con más tirón. De hecho es la única de las playas con acceso controlado que prácticamente cada día pone el semáforo en rojo. "A eso de media mañana, casi siempre cuelga el cartel de completo", explican desde el Consell. Muchos de los visitantes ya están sobre aviso de lo difícil que resulta acceder hasta allí, y por ello son cada vez más los que madrugan para asegurarse la visita durante las vacaciones.

La diferencia esta temporada en Turqueta es que a las 120 plazas de años anteriores, se suman este verano otros 150 "estacionamientos temporales", tal y como explican desde el Ejecutivo insular, que prefieren no utilizar el término de aparcamientos. Los responsables de Movilidad están concentrando sus esfuerzos este año en que no se produzcan estacionamientos indebidos que pongan en peligro la seguridad de los visitantes.

Y es que según explican desde el departamento, su filosofía de trabajo pasa por "actuar para poder regular la seguridad de la gente". En ese sentido, se sienten especialmente orgullosos de los logros conseguidos en Cala Mitjana, donde el año pasado se estrenó una zona de estacionamiento de 300 plazas después de que se eliminara el aparcamiento a pie de playa, también por razones de seguridad. Cabe recordar que la saturación en ese punto llegó a afectar a la circulación en el tramo de carretera entre Ferreries y Cala Galdana, algo que no se ha vuelto a repetir.

También en la costa sur es habitual que los aparcamientos de Macarella (el público) y Son Saura se cierren por alcanzar el tope de ocupación, especialmente durante los fines de semana. Ya en el litoral norte, las 400 plazas de La Vall parecen ser suficientes para satisfacer la demanda de bañistas, al igual que las 300 de Binimel·là.

Alternativas
La única alternativa que queda para que más gente pueda acceder hasta las playas vírgenes es hacer que lleguen hasta allí de forma colectiva. Hace años se hablaba de la posibilidad de poner en funcionamiento lanzaderas, concretamente para llegar hasta Macarella y Mitjana, pero desde el Consell ya avanzan que no hay proyecto alguno, más que nada "porque es imposible con los recursos que manejamos". Eso sí, advierten que si las iniciativas surgen desde el ámbito privado, están dispuestos a colaborar en la medida de lo posible.

Y lo cierto es que hay empresas, como Autocares Torres en Ciutadella, que ya han apostado por esa vía y al parecer con buenos resultados. Tras una exitosa prueba piloto hace dos años en Son Saura, la empresa ha estrenado este año una nueva ruta a La Vall, que se está afianzando poco a poco a medida que pasa el verano. Desde la dirección de la empresa reconocen que existe "un gran interés" por parte de los visitantes, y residentes, por este tipo de servicios. Una de los responsables de la empresa, Catín Arguimbau, explica que "no cierran la puerta a nuevos servicios en el futuro", aunque reconoce que las condiciones de los accesos a las playas no dejan mucho margen de maniobra. Advierte Arguimbau que para llegar tanto a Macarella como a Cala en Turqueta, dos de las rutas por las que más preguntan los visitantes, habría que prestar el servicio en autocares de 16 plazas, un volumen de viajeros por trayecto que hace difícil cuadrar la rentabilidad.

En cuanto al perfil del usuario de este tipo de servicio, el principal cliente es el italiano, seguido del turista nacional. También hay mucha gente joven local entre los clientes y se da el caso de vecinos de Ciutadella de edad más avanza que repiten cada día e incluso llaman a la central con el propósito de reservar plaza.

Control de accesos
En lo que se refiere al control de accesos, desde el Consell reconocen que "el sistema es mejorable". Y en ese sentido, algunos de los visitantes se atreven incluso a dar ideas tras vivir en primera persona los inconvenientes. María Rodríguez, de A Coruña, considera que todo sería más fácil si además de los paneles informativos de la ronda sur se instalaran otros similares en el centro del pueblo. "Estaría bien poder contar con la información de la ocupación de los aparcamientos antes de emprender la ruta, ya sea a través del sistema que utilizan actualmente o de una página web o incluso una aplicación para el móvil", asiente. Pero desde el Consell insisten que el hándicap siguen siendo los recursos económicos. "Somos conscientes de los problemas que existen y de que a veces el sistema no funciona perfectamente en la recepción de la información vía GPS", reconocen desde el departamento de Movilidad, que según explican se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de cambiar los equipos "dado que la tecnología ha avanzado mucho en los últimos cuatro años".

Los accesos son controlados por la empresa Ecoverd, que cuenta con siete personas que se reparten por las diferentes zonas de estacionamiento, además de un coordinador. La previsión es que el servicio se ofrezca hasta el 15 de septiembre, aunque podría ampliarse en función del volumen de visitantes al final de la temporada.

No obstante, cabe señalar que los problemas para encontrar aparcamiento no son ni mucho menos exclusivos de las playas vírgenes. En el parking de Son Bou, el arenal más extenso de la Isla, también suelen ser habituales las dificultades para encontrar un estacionamiento, más aún cuando nadie se ocupa de la organización del espacio.

Desde el Consell insisten que en las circunstancias actuales el departamento de Movilidad se centra en estudiar los sitios conflictivos y aplicar soluciones que garanticen la seguridad. En ese sentido, recuerdan que una de las actuaciones más significativas que se ha llevado a cabo esta temporada ha sido la habilitación de un espacio con capacidad para 180 vehículos a 800 metros del faro de Favàritx. Cabe recordar que en Ciutadella también se están haciendo las gestiones para crear otro espacio en Punta Nati, en el término municipal de Ciutadella.

Coches de alquiler
La gran mayoría de los coches estacionados junto a las playas son "rent a car". El hecho de que las empresas de coches de alquiler locales no hayan ampliado este año su flota ante la previsión de que el Govern balear iba a hacer efectivo este verano el denominado impuesto verde –temporalmente aplazado– hizo pensar en un momento determinado que iban a faltar coches del mercado, especialmente después de que el pasado mes de julio arrancara con más fuerza de lo habitual.

No obstante, la presidenta de la Asociación de Alquiler de Coches sin Conductor de Menorca, Juana Capó, avanza que ese temor ya no es real. "Al final, julio ha terminado con unos resultados ligeramente superiores a los del año pasado. Al menos aspiramos a que el balance final del verano sea como el del año pasado.

Pero sí agosto no es un buen mes, apaga y vámonos", concluye Capó.