Mercado. La polémica abierta entre los comerciantes de Sa Plaça y los payeses se ha cerrado - Archivo

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Los comerciantes del Mercat del Claustre, el Ayuntamiento de Maó y los vendedores de AgroMaó han llegado a un principio de acuerdo para que el mercado agroalimentario que celebran los payeses cada domingo en el Carrer Nou y S'Arravaleta se traslade al patio del Claustre dentro de un par de semanas.

Este convenio a tres bandas contempla además la puesta en marcha por parte del Ayuntamiento de una campaña promocional del nuevo reclamo dominical de Sa Plaça, que estará ligada a su vez al nuevo impulso comercial que el Consistorio dará al Mercat del Peix y, en general, al centro histórico de la ciudad.

Asimismo, AgroMaó se mantendrá como mercado diferenciado dentro del Claustre y en todo caso dependerá del Ayuntamiento, que estos días busca la "fórmula jurídica" para autorizar el traslado de los puestos callejeros de los payeses a Sa Plaça. "Nuestro interés siempre ha sido el de buscar un acuerdo beneficioso para todos", señalaron fuentes del Consistorio.

El acuerdo llega después de varios meses de negociación a tres bandas, y después de que los comerciantes de Sa Plaça pidieran al Consistorio el cierre de AgroMaó al considerar que ejercían una competencia desleal respecto a los locales del Mercat del Claustre.

El gerente de Sa Plaça, Vicent Rotger, confirmó ayer el preacuerdo y destacó la interrelación que generará la nueva convivencia. Y aunque reconoció que son pocos los locales de Sa Plaça que abren los domingos, los que sí lo hacen contarán, incidió, con un nuevo reclamo añadido para atraer al público gracias a la presencia de la media docenas de paradas que dispondrá AgroMaó en el patio.

"Creo que se harán un favor mutuo, porque lo importante es que la gente tenga un lugar donde ir, y Sa Plaça puede ser ese lugar", comentó Rotger.

Polémica

Lejos queda la polémica suscitada a principios de año entre ambos colectivos, cuando los comerciantes del Mercat de Sa Plaça remitieron un escrito al Ayuntamiento exigiendo el cierre del mercado AgroMaó. En él denunciaban que los propietarios del mercado agroalimentario no cumplían con las normas y las ordenanzas relativas a licencias de actividad, sanidad de productos alimentarios o la homologación de básculas de correcto pesaje. Acusaciones que los payeses de AgroMaó desmintieron de forma rotunda.

De hecho, aseguraron que todos los vendedores están dados de alta en la Seguridad Social, cuentan con el carné de manipulador de alimentos y pagan sus pertinentes cuotas de IVA o IRPR como explotaciones agrarias, además de abonar una cuota al Ayuntamiento por ocupación de la vía pública.

Los payeses llegaron a recoger cerca de 350 firmas entre clientes y propietarios de diversos establecimientos en apoyo de un mercado callejero que entendían ayudaba a dinamizar el centro los domingos, unos días, advertían, de poco movimiento comercial. Cabe recordar que el mercado agroalimentario comenzó su andadura hace poco más de un año, en concreto, el 10 de abril de 2012, con la venta de verdura, embutidos, queso, pan y pastas.

Vicent Rotger se mostró ayer conciliador y matizó que el motivo de la petición de cierre del mercado payés era el "sin sentido" que representaba para la ciudad tener dos mercados separados y que "lo lógico" era que AgroMaó "se integrara dentro del mercado de abastos del Claustre", como finalmente ha sucedido.