Alcohol. El 42 por ciento de las personas que piden ayuda al servicio es por consumo de alcohol - Javier

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Las adicciones a las nuevas tecnologías entre los más jóvenes han puesto en alerta al Servicio de Coordinador de Drogodendencias dependiente de la Conselleria de Bienestar Social y Juventud. Cada vez son más los centros educativos de la Isla que solicitan a este servicio ayuda para tratar estas adicciones psicológicas entre su alumnado con talleres preventivos. De hecho, aunque el año pasado solo se sumó un centro más a esta actividad respecto a 2011, en total participaron 44 aulas y 1.312 alumnos más, hasta sumar 3.513 estudiantes. El taller más solicitado fue el de "El alcohol, una droga?" (988 alumnos) seguido de cerca por el "Conectados siempre? Adicciones psicológicas" (770). "No podemos anticipar las consecuencias, pero las habrá como el aislamiento y el sedentarismo, por eso nuestros programas están atentos a este problema. Los esfuerzos en prevención son la única forma de erradicar estas adicciones y el consumo de droga", afirmó ayer la consellera insular de Bienestar Social, Aurora Herráiz, durante la presentación junto a la directora insular de este departamento, Cristina Fernández Coll, de la memoria del Servicio Coordinador de Drogodependencias 2012.

No obstante, y a pesar del aumento de la adicciones a los videojuegos, internet y los móviles, el alcohol es la droga que más tratamientos genera dentro de este servicio. Y es que el 42 por ciento de las personas que pidieron ayuda fue precisamente por consumo de alcohol, seguida del consumo de cannabis que cedió en 2012 el primer puesto. El perfil de las personas tratadas por consumo de alcohol es el de un hombre de más de 30 años, nacido en Menorca, y que mayoritariamente está activo laboralmente. Por su parte, el consumidor de cannabis, suele ser un hombre joven, menor de 20 años, menorquín y estudiante. En total el año pasado 185 personas solicitaron tratamiento en este servicio frente a las 155 de 2011, lo que representa 30 usuarios más. Si bien fueron 589 las personas que demandaron información, de las cuales 427 eran afectados con problemas de consumo y 162 familias que pedían ayuda para un allegado, generalmente hijos.

Casos de la prisión
Destaca el cambio detectado en las fuentes de derivación de las personas sometidas a tratamiento. Y es que la cárcel fue en 2012 el origen de algunos de los casos tratados en el servicio por consumo de drogas. Asimismo, la memoria resalta que el 47 por ciento de las personas que solicitaron ayuda fueron menorquines y el 80 por ciento nacidos en España. "Esto rompe el mito de que el problema lo tienen los extranjeros. La droga está dentro, no fuera", incidió Cristina Fernández.

Los jóvenes piden ayuda
En los datos de la memoria también se observa un cambio en las personas que piden ayuda. Hace 20 años, el perfil del alcohólico era una persona de mediana edad con un largo historial de adicción. En cambio, ahora cada vez hay más demanda de jóvenes menores de 40 años. "Cuando una persona toma conciencia de que tiene un problema significa que hace años lo tiene, por eso los jóvenes llevan años consumiendo", advirtió la directora insular. Igualmente, subrayó que dos de cada tres personas que piden ayuda al servicio por consumo de alcohol o cannabis no han recibido tratamiento anterior. Todo lo contrario que sucede con los consumidores de heroína, que suman varios tratamientos previos. El perfil de las personas que consumen opiáceos y piden ayuda al Servicio es el de un hombre de entre 30 y 50 años, de Menorca o de la Península, que mayoritariamente esta parado y no recibe ningún tipo de subsidio. "El paro se nota, pero no es la causa de las adicciones, sino la consecuencia", apuntó Cristina Fernández.