Cultura no renueva las ayudas a la edición de libros en catalán

La consellera de Cultura, Patrimonio y Educación, Maruja Baíllo, confirmó ayer que este año no habrá convocatoria debido, afirmó, a los ajustes económicos. La disponibilidad presupuestaria ha menguado, señaló, y "nos hemos volcado en el objetivo de conseguir que la candidatura de Menorca Talaiòtica pueda prosperar, hemos dado prioridad a lo que consideramos que interesa más".

El proceso para la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la riqueza arqueológica de la Isla ha requerido de una importante dotación económica. Los Presupuestos del Consell reservan este año una partida de 270.000 euros para Patrimonio y una parte considerable de esta cantidad se destina a la elaboración de la propuesta que se remitirá a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para su evaluación. Al frente del equipo que confeccionara el expediente se ha contratado a la arquitecta Ángela Rojas.

Éste, y no otro, es según Baíllo, el motivo por el que no se comprarán las obras editadas en lengua catalana, consciente de que esta decisión política puede reabrir el debate en torno a la cuestión lingüística.

Como en el caso del recital Illanvers, la responsable del área manifestó que "ni es porque sí ni porque se trate del catalán, sino porque la cultura sufre un ajuste presupuestario", sin ocultar que la revalorización del patrimonio arqueológico y la candidatura como Patrimonio Mundial ante la UNESCO se sitúan en un primer plano frente a las ayudas a la lengua. Cabe recordar que en 2012 la Conselleria de Cultura llevó a cabo una campaña de venta de libros, al precio de un euro, editados por el Consell y que se encontraban almacenados en el depósito insular, con la que se recaudaron casi 4.000 euros que se donaron a la entidad Caritas.

En dicha campaña se pusieron a la venta la mitad de las publicaciones almacenadas en el Consell, que alcanzaban los diez mil títulos, y otros 632 fueron donados a bibliotecas, museos y otras instituciones, con el fin de ponerlos al alcance de los ciudadanos. Pero tampoco esa iniciativa con fines solidarios se libró de las críticas de la oposición. En concreto el PSM-Més per Menorca acusó a Maruja Baíllo de considerar la cultura un gasto superfluo y prescindible.