Las temporadas turísticas suelen estar plagadas de incógnitas, pero entre todas ellas hay dos que con el paso del tiempo se han convertido en todo en clásico. La primera es el comportamiento del mercado español, con un tipo de turista que suele esperar hasta al final para escoger su destino. La segunda suele estar relacionada con si habrá más o menos medusas en verano, un factor que le puede amargar las vacaciones a cualquiera.
La verdad es que en lo que se refiere a la presencia de estos invertebrados en las aguas de la Isla, 2012 no fue un año especialmente problemático. Sin embargo, la importante llegada de medusas durante los últimos días a gran parte del litoral y la retirada masiva de 'velella' por parte del servicio de limpieza (cerca de 40.000 kilos) hacen pensar en lo peor.
Las noticias que llegan desde fuera de la Isla tampoco son alentadoras: una plaga obligó el fin de semana pasado a cerrar dos playas en el municipio mallorquín de Andratx. Mientras tanto, el Consejo de Agricultura de Murcia ha decidido adelantar en el calendario su campaña de control de medusas al 1 de junio, con la colocación de 43 kilómetros de redes.
Desde el Instituto de Ciencias del Mar, uno de sus profesores de investigación, Josep Maria Gili, nos confirma que hay grandes concentraciones de medusas en mar abierto en el Mediterráneo. Pero el problema para el biólogo marino es otro, y este radica en que en Balears, al igual que sucede en gran parte del resto del país, no hay estudios ni "registros que permitan hacer previsiones".
Confiesa que hace años sí hubo, especialmente en Catalunya, proyectos encaminados a estudiar la evolución de las poblaciones de medusas, pero que la mayoría han sido eliminados por culpa de la crisis. "Hacer previsiones es muy arriesgado", confiesa el experto, quien explica que, al final, todo depende de las corrientes marinas. En ese sentido, advierte que generalmente los problemas de concentraciones de estos invertebrados no suelen durar todo el verano.
Problema ecológico
Gili, quien también trabaja en el área de investigación Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), considera que el error parte de que las medusas se suelen tratar como un problema puntual de cada verano, "pero son un problema ecológico más amplio y no hay que dejarlo correr", apunta.
Por eso, a falta de estudios que permitan adelantarse a las plagas, para los expertos lo más importante es hacer trabajo de prevención a nivel de playa. "La pedagogía previa es clave", explica Gili, quien considera que la clave hoy día es contar con buenos planes de actuación y "protocolos asequibles" para cuando las medusas se presentan de forma masiva.
"El verdadero problema es la desinformación", concluye Gili, quien sostiene que todos los esfuerzos en ese sentido deberían estar orientados a intentar no crear alarma, un factor que a nivel turístico puede jugar malas pasadas a un sector que es la primera industria del país.
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