Exposición. En la muestra se expusieron 150 coches seminuevos - Gemma Andreu

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Las ventas y los contactos establecidos en la Feria de Vehículos de Ocasión, clausurada ayer en Maó, ofrecen un pequeño balón de oxígeno a los concesionarios de la Isla, que registran un volumen de facturación que "no basta para mantener gastos", aseguró ayer el presidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de Menorca, Orestes Carreras. La exposición de coches de segunda mano junto al pabellón Menorca ha permitido cerrar la venta de entre 20 y 25 unidades. Son cifras todavía provisionales pero el resultado de la muestra se considera positivo, sobre todo si se tiene en cuenta que durante el pasado abril el total de vehículos matriculados en Balears bajó un 10,91 por ciento respecto al mismo mes de 2012, y las caídas se acumulan ya varios ejercicios. El mes pasado destacaron, según los datos del Institut d'Estadística de les Illes Balears (IBESTAT), las ventas en Ciutadella, con 23 turismos matriculados, y en Maó, con 21. "Esa cifra era lo que matriculaba un solo concesionario en el año 2004", aseguró ayer Carreras, quien dibujó claramente el contexto en el que se mueven las empresas del automóvil en los últimos doce años: en relación a 2001, el año álgido en las ventas de coches en España, el negocio ha caído en todo el país un 50 por ciento y en Balears un 70 por ciento.

La crisis hace dura mella en el sector y los consumidores esperan a que el coche que utilizan esté no solo viejo, sino en desuso para cambiarlo. Esto hace que el parque automovilístico sea de más antigüedad. "El porcentaje de coches de más de 10 años en Menorca es muy elevado", señaló Carreras, "hay que tener en cuenta que el kilometraje no es tan alto y hay coches de trece y catorce años que aún son válidos, en mi empresa el mes pasado retiramos dos turismos de veinte años", explicó el portavoz de los concesionarios.

El Gobierno ha puesto en marcha el Plan PIVE 2, que contempla una subvención de 2.000 euros, aportados a partes iguales por el Ministerio de Industria y la marca automovilística, y que solo se aplica a coches nuevos con el fin de retirar de la circulación los vehículos de más de 10 años. La ayuda sube a 3.000 euros para las familias numerosas que compren un coche de más de cinco plazas. Según Carreras, a las ventajas del plan hay que sumar las ofertas que realizan las propias marcas. "Si no existiera el plan las ventas irían mucho peor, el porcentaje de vehículos vendidos con el PIVE es muy importante", añadió.

Por otro lado, el presidente de la asociación de concesionarios alertó de la compra-venta de coches de segunda mano entre particulares "incluso por debajo de 1.500 euros". Carreras advirtió que dichos automóviles no cuentan con las mismas garantías que los vehículos seminuevos que venden los concesionarios.