En épocas de crisis la osadía, razonablemente aplicada, es el mejor antídoto para combatir el pesimismo incluso la depresión psíquica y ayudar al relanzamiento económico, ya que alcanzarlo solo es posible desde una actitud positiva, nunca desde un planteamiento inmovilista o pesimista.
La firma alaiorense Bernat Petrus, desde esta dinámica acaba de abrir una nueva tienda en el Polígono Industrial de Ciutadella, para ser consecuente con su política comercial y porque cree en el futuro de nuestro país, futuro del que quiere ser protagonista.
En la entrevista que mantuve con el creador de la empresa, Bernat Petrus Villalonga, nos acompañó su hijo y actual gerente de la misma, Rafael Petrus Subirats, que sigue fiel a la filosofía de la casa, la de estar en primera línea con la mejor oferta y al mejor precio de mercado.
Iniciemos la marcha recordando un tiempo ya lejano, el del almacén Casa Mica, ubicado a la entrada de Alaior, ¿solo gin …?
Y otros productos que en aquellos años tenían una gran aceptación. El gin "Mica" era una de nuestras especialidades, como también lo fueron los refrescos y el sifón "Peygi", éramos fabricantes, mayoristas, minoristas y distribuidores; empresa que fundó mi padre y que al morir sus dos hijos seguimos con ella formando una sociedad, que al cabo de un tiempo se amplió con la entrada de un nuevo socio, mi cuñado.
Entre aquel primer almacén hasta el actual complejo Bernat Petrus, con tres tiendas, una en Alaior y las otras dos en Maó y Ciutadella respectivamente, hay todo un mundo y muchos quebraderos de cabeza, ¿fue así?
Efectivamente, mi inquietud me llevó a abrirnos a toda clase de negocios, intuía que había que entrar en la espiral del desarrollo y fui a por algo más, a ampliar el negocio. El primer contacto lo tuvimos con la multinacional, la Hispano Química Huogton, que en aquel momento contaba con 11 divisiones, entre ellas la de pinturas, aceites industriales, resinas, poliéster, detergentes industriales y un largo etcétera, pero como nosotros lo hacíamos todo, y a consecuencia de una lesión producida por una caída, que me provocó una hernia, tuve que dejar mi actividad y asumir otros trabajos menos activos, que no iban con mi forma de ser, hasta que planteé a mis socios la separación, porque mi inquietud no me permitía ser 'un peso muerto' y lastrar la actividad de la empresa.
Y así lo hicieron, ¿amigablemente?
Del todo, porque convenimos que era la mejor opción posible. Yo me quedé con la división de pinturas industriales, y otros apartados como la fibra de vidrio, aceites industriales y detergentes también industriales. Se debe tener en cuenta que los tiempos eran otros, con respecto a la fibra de vidrio fuimos pioneros en la Isla, y en lo que atañe a los detergentes, improvisé unos envases para su distribución a particulares. En cada pueblo tenía una especie de punto de venta y paso a paso iba haciendo, hasta que con la apertura de LAINSA pude ampliar mi radio de acción.
E incluso hubo que dar un paso más, el de convertirse en técnico.
Pues sí, para suplir a los técnicos que en aquel momento no había, porque muchos de aquellos productos eran, como diríamos ahora, de última generación.
¿Algunos retos especiales?
Sí, ya que realizamos algunos montajes especiales. En COINGA, en la primera fábrica montamos 'ses saleres', también trabajamos mucho con El Caserío, porque nuestros productos eran novedosos, pinturas especiales, pavimentos de suelos, fibra de vidrio y demás, lo que nos permitía forrar piscinas, terrazas y un sinfín de cosas más como por ejemplo forrar los bajos de algunos coches o plastificar embarcaciones.
¿Dónde estaba ubicado su centro de trabajo?
En la planta baja de mi domicilio, en Alaior, una nave bastante grande que nos permitió instalar allí nuestro primer taller.
Bernat Petrus abarcaba un amplio abanico de ofertas con el 'lunar' de la decoración, hasta que…
Entramos con la firma ORFA, S.A. y cubrimos esa parcela; además incidimos también en los lacados, en las pinturas náuticas y en las pinturas sanitarias.
Pero el espíritu de un auténtico emprendedor buscaba más, arriar las velas no entraba dentro del vocabulario de Bernat Petrus Villalonga, y, dio un paso más.
Diré que sí. Cuando la multinacional Hispano Química fue eliminando algunas divisiones, yo mantuve una estrecha relación de amistad y de trabajo con el director de la división química, que siguió trabajando por su cuenta, y un día le comenté que deseaba ampliar mi campo de operaciones, ir más allá … de inmediato él me comentó el hecho de que había un grupo que proyectaba formar una central de compras para toda España; me interesó todo cuanto me dijo y concertamos una entrevista, y…
Avante toda, caña a babor…
No sé si a babor o a estribor, lo cierto es que entramos en contacto con los promotores del proyecto y, tras unos pocos días de reflexión, los llamé para darles mi conformidad de agregarme al grupo.
¿Cómo funcionaba aquel embrión de empresa?
En aquel momento, año 1989 -fecha para que se pueda centrar-, contaba con 12 socios de diversas zonas de España, socios que cada mes contribuían a los gastos que se iban originando, con una cuota de 25.000 pesetas, y el objetivo era el de comprar barato, en base a una oferta amplía, y vender a cada socio a un precio igualitario. En Castellón alquilamos una superficie, con nave incluida, de mil metros cuadros pero a los dos años nos dimos cuenta de que era mucho mejor crear nuestra propia fábrica y así lo hicimos.
Veo que fueron a por todas.
Efectivamente, adquirimos en un polígono de Cartagena 30 mil metros cuadrados y construimos la fábrica. Instalaciones de primerísimo nivel, y ahí seguimos, fabricando nuestros propios productos.
¿Cómo operan?
Como una sociedad estructurada bajo el criterio de la igualdad. El número de socios oscila sobre los 25, actualmente somos 24 ya que uno 'va fer fallida' y su parte fue adquirida equitativamente por el resto de socios de forma que nadie pueda copar más poder en base a la compra de tales acciones.
Además tienen otras singularidades.
Sí, partiendo de que el complejo en sí está considerado como una de las cinco fábricas más importantes de España, en lo que se refiere a pinturas, solo vendemos a los socios, a nosotros mismos y a precio unitario. Su plantilla está sobre los cien operarios; además cada socio del Grupo ANADECO tiene una zona delimitada de trabajo en la que cualquier otro no puede interferir. Si un cliente nuestro compra aquí y utiliza su pedido en cualquier otra zona es algo inevitable, pero no se permite la venta en otra 'jurisdicción' que no sea la tuya.
¿Su zona es Baleares?
En un principio lo era, pero tras algunas intentonas fallidas para entrar en el mercado mallorquín y en el ibicenco, nos quedamos únicamente con Menorca, dejando el resto de Islas. Posteriormente en una reunión del Consejo de Dirección se propuso, y fue aceptado, que en circunstancias especiales, si a otro socio le interesaba ocupar algunas zonas que su adjudicatario no atendía, pudiera hacerlo y así se hizo con respeto a Mallorca y Eivissa.
Permitieron esta nueva interpretación de los estatutos...
Efectivamente, pero ahora las cosas, como consecuencia de la crisis, han cambiado. Quien intentó ampliar su radio de acción fue precisamente el socio que ha tenido que 'arriar velas' y el balón, tras la propuesta unánime del resto de socios, vuelve a estar en nuestras manos, no en el alero.
¿Estamos en puertas de una invasión menorquina hacia …?
Ni si ni no… las circunstancias actuales no permiten alegrías. Saltar sin paracaídas es siempre un suicidio, estamos estudiando las posibilidades que existen, pero iremos con pies de plomo. Sin embargo, entrar en el mercado mallorquín es interesantísimo, sobre todo porque muchos de los hoteles de Menorca son de capital mallorquín y es en Mallorca donde se toman las decisiones que podrían favorecernos si nuestras ofertas les interesasen.
Entonces, ¿compás de espera?
Sí, y un estudio en profundidad y máxima precaución.
Las exigencias actuales me imagino que no son las mismas que en las etapas de bonanza, ¿siguen abonando la cuota mensual?
La crisis ha impuesto otras condiciones. Cuando todo marchaba viento en popa las cuotas desaparecieron, el beneficio era suficiente para no tener que recurrir a ellas, pero llegaron los tiempos de las vacas flacas y, con otro criterio, volvimos a implantarnos, aunque con carácter eventual, es decir, si el sol vuelve a brillar con la intensidad de antes, las cuotas volverán a ser abolidas.
Me ha sorprendido, muy gratamente, conocer la evolución de su firma, de Bernat Petrus, pero me interesa conocer los inicios del 'padre de la criatura'...
Escuela primaria, como cualquier hijo de vecino y, a trabajar. Con 8 o 9 años, al salir del colegio, a las 12 de la mañana, iba a una fábrica de 'frontisses', operación que repetía por la tarde tras las clases que finalizaban a las cinco. Sin embargo un día me planté y dije a mis padres que para lo que me daban por el trabajo que hacía, no valía la pena seguir a aquel ritmo, y desde aquel día comencé a trabajar, con el horario antes indicado, pero en el almacén familiar y hasta que culminé el ciclo educativo.
¿Algunos apuntes especiales?
Mi objetivo, tras la etapa del Can Mica, y ya como 'cap' de Bernat Petrus, era el de tener tres tiendas, una en Alaior, otra en Maó y la tercera en Ciutadella, lo que conseguí en diez años, ya que en 1995, trasladé el taller ubicado en mi propio domicilio, al Polígono e inauguramos la primera tienda en Alaior, en casa; luego en abril de 2000 abrimos la de Maó y en diciembre de 2003, en Ciutadella, dentro del casco urbano, de ahí el cambio actual de ubicación, en el Polígono, escaparate más idóneo y en total sintonía con la línea de las otras dos tiendas. Otro de los objetivos de mi padre -tercia Rafael Petrus el actual gerente-, era convertirse en el especialista número uno de Menorca, en toda clase y tipo de pinturas, y ahí está la muestra.
Entraré en la parcela del hijo, de Rafael Petrus Subirats, ¿Cómo se produjo su inmersión en el negocio familiar?
Al acabar la EGB dije que no quería estudiar, que mi propósito era seguir en el negocio familiar y, con apenas 13 años fui destinado al taller, en contra de mis deseos, pero mi padre quería que conociera el negocio desde abajo, era de los padres de la vieja escuela. Recuerdo que siempre me decía que debía saber cómo se hacían las cosas para poder exigir que se hiciesen adecuadamente, y que además era muy positivo que conociera las propiedades de cada producto. Fue una etapa, sobre todo la de los 16 a los 18 años, difícil para mí, entre otras cosas porque los operarios eran mayores que yo; y además a mí me atraía la parte comercial de la empresa y conocer los nuevos productos que estaban apareciendo en el mercado. Afortunadamente a los 18 años se produjo un cambio de roles, mi padre asumió la dirección del taller y yo me hice cargo de las tiendas.
Rozando los cuarenta años tiene ante si toda una serie de retos a superar, máxime con la responsabilidad que la gerencia de Bernat Petrus implica.
Pero aunque todo ello es cierto, no me considero un emprendedor, él, mi padre, fue un emprendedor nato, yo soy un continuador, que también somos necesarios.
Efectivamente, lo son…además me ha indicado, a lo largo de la conversación, que forma parte del Consejo de Administración de ANADECO.
Puesto que me permite tener una visión más cercana de la realidad actual, no solo de ANADECO, sino del país, porque en las reuniones que celebramos mensualmente, cada uno de los miembros del Consejo comenta sus cosas, las suyas y las de su entorno.
¿Existen en realidad 'brotes verdes'?
Si existen yo no los veo, lo que intuyo y deseo no equivocarme, es que la caída ya no es libre sino que se va frenando, y esto hace o hará que podamos recuperar el aliento. Por otra parte, la política que estamos llevando acabo en Bernat Petrus está dentro de unas coordenadas optimistas que hacen que creamos en la recuperación económica, aunque también creemos que habrá que seguir remando contra corriente.
El Parc BIT, ¿es una necesidad para Alaior y consecuentemente para Menorca?
Santiago Barro, un emprendedor auténtico, inmerso en las nuevas tecnologías, suele decir que el Parc BIT sería muy positivo para la economía y el futuro de la Isla. Puede que lo discutible sea la inversión por parte de la Administración de cinco millones de euros, en un momento de crisis para construir un edificio que albergue dicho parque. Particularmente pienso que encontrar un edificio que temporalmente pudiera cobijarlo, en espera de una mejoría económica que permitiera la construcción proyectada, daría respuesta a una necesidad imperiosa y desatascaría un problema inevitable para la puesta en marcha de la llamada incubadora de empresas.
La siguiente pregunta va dirigida al padre. ¿Cree en un futuro mejor?
Si entendemos como mejor el poder consumir a manos llenas, te diría que no, al menos yo no lo deseo. Económicamente nos recuperaremos, pero deberíamos sentar las bases de un futuro mejor con otra mentalidad, el tener no lo es todo, lo importante es ser y vivir sin tantos caprichos, gozando del compartir y de las cosas sencillas.
Alaior era una 'feria', nadie estaba parado, había trabajo para todos y quienes no lo tenían lo inventaban. No faltaba el espíritu emprendedor, era, lo repetiré, una 'feria'. ¿Existe actualmente aquel dinamismo de antaño?
No, al menos yo no lo noto pero, ¿existe en algún lugar esa ilusión contagiosa? La respuesta es un no con mayúsculas, la crisis y cierto desarme moral han barrido con todo. Habrá que recuperarlo y volver a aquellos planteamientos de antes, mucho más humanos y éticos que los actuales.
¿Desarme moral?
Sí, valores que han desaparecido o que han sido relegados a un segundo plano pero que deberíamos recuperarlos para vivir sin tanta agresividad y dentro de unas normas menos materialistas.
¿Menorca trata al turismo como debería hacerlo?
No, hoy el turismo es la única fuente económica que nos queda, y no le damos el valor que tiene. Mantener la Isla a salvo de las salvajadas que se han cometido en otros lugares de España es de vital importancia, pero hay casos en los que la sensatez brilla por su ausencia … para mí -afirma Rafael-, vivimos del turismo pero no lo queremos, no es un huésped de nuestro agrado, pecando con ello de insensatos.
Si les preguntara sobre el primer problema que actualmente soporta Menorca, ¿cuál de ellos me apuntarían?
El del transporte aéreo. El concebir que una isla esté en las condiciones que está en lo referente al transporte aéreo, es demencial, pero todo, es decir en su conjunto, frecuencias, precios y otras cosas más, lo dicho, demencial.
¿Alguna idea?
Permitir la libre competencia y actuar desde una óptica políticamente más coherente.
La penúltima pregunta va dirigida al hijo. En este momento, ¿cuál es su mayor deseo?
Recuperar los valores humanos que hemos 'desprogramado' y alcanzar el punto de equilibrio que nos permita construir un futuro mejor.
El cierre es para el padre, ¿Qué le pide a la vida?
Vivir en paz, especialmente con los míos y mi entorno.
Padre e hijo, de Bernat Petrus, dixit …
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