"Antonio Vega sigue vivo en cada uno de nuestros conciertos"

Ofrece un doble concierto en la sala Akelarre de Maó (este viernes y sábado). El destino hace que sea un directo sin su primo Antonio Vega (Madrid, 1957-2009), más que familia -dice- por encima de todo "su amigo". Una ausencia que quizá no sea tal, pues su memoria vive y vivirá siempre en este y en cualquier proyecto que se proponga. Va por él.

¿Qué echa de menos de la Movida Madrileña?
Ser un poco más joven y conservarme mejor (ríe). No, en serio, quizá el espíritu de la Transición, de aquel pistoletazo de salida para muchas libertades. A mi generación nos pilló muy jóvenes pero lo suficientemente maduros para, de alguna forma, intentar dejar huella. En esa época había gente con mucho desparpajo, con ganas de crear algo nuevo... Hoy estamos de vuelta de muchas cosas y no hay ese espíritu de intentar sobresalir con la originalidad o por lo directo de tu mensaje. Ahora todo está más mediatizado.

¿La música es hoy menos auténtica que antes?
No me gusta decir que cualquier tiempo pasado fue mejor, rehúyo de esa actitud porque mantengo la ilusión de que se puede seguir sorprendiendo a la gente. Pero sí que es verdad que los circuitos de comunicación y distribución han cambiado mucho y eso influye en que quizá se sorprenda menos.

¿Por qué decidió reemprender la gira de Nacha Pop el año pasado?
Por atender las necesidades de mucha gente. El primer año después de que falleciera Antonio lo pasé muy mal emocional y anímicamente. Sufrí bastante. No fue la pérdida de un primo, sino de la de un amigo y por supuesto de un compañero con el que hice muchísimas cosas. Posteriormente muchos músicos y amigos suyos pudimos rendirle homenaje en el que fue un encuentro fantástico y que se merecía. Lo organicé junto a mi primo Carlos, el hermano de Antonio. A partir de ahí observé que se hacían muchos tributos a Antonio Vega y que éstos se basaban sobre todo en canciones de su época en solitario, y las que menos eran las más famosas de Nacha Pop. Entonces me di cuenta de que era importante que con el tiempo no se perdiera una gran parte de su repertorio. Me convenció el público y decidí hacerlo rodeado de excelentes músicos pero que ante todo tuvieran mucho que ver con el pasado conjunto con Antonio. Es la misma banda que nos acompañó en aquella maravillosa gira de 2007-2008. La experiencia está siendo increíble. Llevamos 10 o 12 conciertos por toda España con el aforo siempre completo. Es un repaso a toda la historia de Nacha Pop, pero con algunas novedades y sorpresas...

Tengo entendido que la tecnología permite que Antonio esté también en el escenario, en directo.
Sí, es algo que me atraía muchísimo. Habíamos grabado material nuevo para el que iba a ser el próximo disco de Nacha Pop, un proyecto que obviamente se truncó con su fallecimiento. Deseaba que alguno de estos temas estuvieran conmigo en el escenario y como tecnológicamente es posible, así lo hicimos. Es un momento muy especial de los conciertos, una experiencia que permite que el espíritu de Antonio siga vivo.

No le debían de quedar ganas de nada...
Sí, cuando se fue Antonio hubo un momento en que perdí la ilusión porque aún teníamos muchos planes juntos. De hecho nos quedaban bastantes conciertos de la gira por hacer y teníamos previsto sacar un disco en breve. Él ya tenía, como digo, mucho material grabado. Pero su pérdida fue sobre todo emocional. Tardé en recuperarme porqué Antonio aparece en muchos momentos de mi vida, no solo profesionalmente sino también a nivel familiar y humano. La verdad es que me ha costado mucho recuperarme pero creo que ahora estoy sintiendo de una forma muy especial que está a mi lado. Tengo, por supuesto, todo el apoyo de su familia y de todos los antiguos miembros de Nacha Pop. Saben que Antonio sigue vivo en cada uno de nuestros conciertos.

¿Saldrá pronto al mercado un disco con ese nuevo material del que habla?
Dispongo de bastante repertorio grabado en los últimos cinco años. En algunas canciones está Antonio a la guitarra y tengo muchas ganas de sacarlo, de hecho hay dos temas inéditos de Antonio. Ese es un poco el germen de lo que pensaba ser el nuevo disco de Nacha Pop. Mi intención sigue siendo la de editarlo pero aun no sé bajo qué nombre y forma. Por el momento estoy viviendo este presente que me hace sentir muy vivo.

Estos conciertos deben de ser también una oportunidad para enganchar a un público nuevo, a gente que por su edad no vivió el boom de Nacha Pop, ni de la música de los ochenta.
Sí, eso sucedió sobre todo al juntarnos de nuevo en 2007. Hicimos unos 28 conciertos en salas y polideportivos muy grandes. En esa gira nos sorprendió ver en las primeras filas a gente muy joven. La verdad es que nos enamoramos de ese público nuevo, un público -en general- que se corresponde a prácticamente tres generaciones. Es algo que te da mucho oxígeno y que te llena de alegría.

¿Intenta vivir sus directos con la misma energía ochentera que acostumbraba?
Realmente aun me siento con mucha energía. Desde que comencé siempre suelto mucha energía en el escenario porque creo que es la manera más rápida y directa de conseguir una respuesta del público. Intento estar en la parte más rockera de todo esto, que es donde me siento como pez en el agua. Ya no tengo 25 años, pero en el escenario me siento joven y muy arropado por los músicos que me acompañan. Ellos también se ponen en la piel y defienden a la perfección el nombre de Nacha Pop. La gente que venga a vernos va a poder disfrutar de un banda de música que hace piña, de un grupo de gente que hemos vivido Nacha Pop desde ángulos muy distintos pero todos muy intensos.

¿Se harta uno de que le pregunten quién es la famosa Chica de Ayer?
No me puedo hartar de algo así porque ello significa que la gente está ahí contigo, que has marcado una señal en sus vidas, que para ellos es importante lo que has cantado, escrito y compuesto. No se puede cansar uno de eso. Recuerdo que Antonio dijo en una entrevista muy divertida y entrañable, hacia el año 84, que "los cabellos dorados" eran los míos, para mi sorpresa y la del resto del grupo. Pero luego le oí dar otras versiones... La fuerza que tiene precisamente esa canción es que es para todo el mundo. No hace falta ni tener el cabello dorado y probablemente ni siquiera ser chica... (sonríe).

Tantos años de carrera y nunca ha visitado Menorca. ¿Cómo se lo explica?
La verdad es que con Menorca no tengo una espinita clavada en el corazón, sino más bien una estaca. Me considero un enamorado de las Baleares, he viajado muchas veces a Mallorca o Eivissa. Nunca he visitado Menorca por circunstancias de la vida. He estado un par de veces a punto de ir con algún amigo, pero al final siempre se ha torcido. Para mi venir este fin de semana no supone en absoluto un concierto más, sino que es una oportunidad de conocer a gente que en el fondo tenía muchas ganas de conocer desde hace muchos años. Estoy convencido de que la Isla me va a gustar mucho.

¿Qué música escucha?
No puedo negar que sigo escuchando música de los ochenta y noventa de gente que me ha gustado toda la vida, pero también música clásica, world music, jazz... Un poco de todo. Pero lo más bonito de la música es cuando te coge por sorpresa, cuando la escuchas viendo una película, en casa de alguien, en un bar... La música tiene un poder como muy pocas cosas en la vida.

¿Se ve dando batalla muchos años más en el escenario?
La verdad es que cruzo los dedos para seguir muchos años más en el mundo de la música. Mientras me sienta con fuerzas y con la mente sana seguiré ahí. La música es muy difícil de abandonar. Aunque no me gusta mucho plantearme esta cuestión porque, de algún modo, es plantearte el sino de tu vida. Soy de esas personas que no se deja hacer la carta astral porque me da un poquito de yuyu.

Pero la música ¿se lo ha dado todo?
Me lo ha dado la música, el amor y la familia. Aparte de la música hay otras cosas en la vida que me sobrecogen como la naturaleza, viajar y conocer a las personas. Es algo que me apasiona. Quiero mucho a la gente.