Coincidiendo con el 20 aniversario de la designación de Menorca como Reserva de la Biosfera, un grupo de talleres está apostando por implantar en la Isla un combustible alternativo a la gasolina, el autogás. Este sistema lleva años funcionando en Europa y en España seduce cada vez a más conductores. Se calcula que cerca de 10.000 vehículos españoles ya son propulsados por el llamado gas de automoción. Y es que además de ser más ecológico, de emitir menos partículas de CO2 a la atmósfera, permite un ahorro de entre el 40 y el 50 por ciento en combustible, fundamentalmente porque el gas está a la mitad de precio que la gasolina. La acogida está siendo de tal calibre, que se calcula que de aquí a diez años, el sistema será ya incorporado a la fabricación en serie de vehículos.
Sin embargo, y hasta que llegue ese momento, los talleres menorquines ya han instalado este novedoso sistema en una docena de turismos a pesar de que se comercializa en la Isla apenas hace un mes y medio. No obstante, hay que resaltar que, en colaboración con la distribuidora Climaigas, (representante de Repsol gas en Menorca), los mecánicos de los siete talleres adheridos llevan desde enero realizando diversos cursos de formación y capacitación para poder instalar el kid de conversión.
El autogás es una mezcla de butano y propano utilizado habitualmente en taxis y autobuses, pero que gracias a la seguridad que aporta los avances en electrónica, su eficiencia y gran rendimiento, desde hace unos años comienza a hacerse un hueco entre los vehículos de particulares que llenan con frecuencia el depósito. El 60 por ciento del gas licuado del petróleo (GLP o autogás ) que se comercializa en el mundo se obtiene directamente de yacimientos de gas natural o petróleo, mientras que el 40 por ciento restante es el producto de la destilación del petróleo en refinería. El carburante se almacena y se transporta en forma líquida, y en Menorca se distribuye en dos estaciones de servicio de Repsol, la situada a la entrada de Maó junto al polígono industrial y la situada en Cala en Blanes en Ciutadella.
Un coste de 1.575 euros
Por unos 1.575 euros más IVA, los mecánicos instalan en dos días el kit de conversión y adaptan un motor de gasolina a autogás. Incluso Repsol financia su instalación a cero interés. Este sistema menos contaminante convierte el vehículo en bifuel, es decir, puede funcionar independientemente con gasolina o gas. Para ello se instala un depósito adicional y un sistema electrónico que gestiona la inyección del gas en un motor, además de los correspondientes sistemas de seguridad y control. El depósito suele instalarse en el hueco de la rueda de repuesto y el llenado se realiza en una estación de servicio mediante una rápida y sencilla operación similar a la de la gasolina o el diésel. El vehículo se programa para que utilice el gas y cuando detecta que se agota, cambia automáticamente a gasolina. Una luz en el cuadro del salpicadero avisa al conductor.
El gas permite recorrer una media de 500 kilómetros y entra en funcionamiento cuando el vehículo alcanza una temperatura de 30 grados centígrados (un recorrido de apenas 200 metros). El ahorro de entre el 40 y el 50 por ciento se debe al menor coste del gas. Así, por ejemplo, con un precio del litro de gasolina de 1,50 euros y del autogás de 0,78 euros el litro, un Alfa Romeo 147 de 150cv consumiría 58,70 euros a los 500 kilómetros y con gas 32,96 euros y un Dacia 1.2 75cv consumiría 44,50 euros con gasolina y 24,16 con GLP.
Ahorro
Francesc Benítez Florit, administrador del taller Benítez Florit, en Alaior, explica que antes de instalar el kit de conversión se hace un estudio personalizado del vehículo, un laboratorio certifica que el sistema se puede instalar en ese modelo, y además técnicos de la ITV (Inspección Técnica de Vehículos) supervisan que la instalación cumple con la normativa en vigor. En su opinión, el perfil del conductor que debería instalar este sistema es el propietario de un turismo con motor gasolina seminuevo, de apenas tres o cuatro años, (el sistema electrónico de control del autogás exige un vehículo fabricado a partir del año 2000) y que consuma una media de 150 a 200 euros al mes en gasolina.
"La potencia que se consigue es la misma, el aceite dura más, permite prolongar la vida útil del motor, el mantenimiento es más económico, se ahorra más, en caso de colisión es tan seguro o más que un vehículo de gasolina según los informes del RACE, además hay un motivo ecológico y la Administración trata mejor al vehículo con bonificaciones", explica.
Al respecto, Pedro Luis Rovellada, delegado de Repsol en Menorca para gas canalizado y gas a granel, incide en que a lo largo de los próximos meses los ayuntamientos de Maó y Ciutadella tienen previsto bonificar a los vehículos ecológicos. En esta línea afirma que estudian reservar plazas azules gratuitas, descuentos en el impuesto de circulación y bonificar con mayor puntuación a este tipo de vehículos en los concursos para la reposición de la flota municipal. Rovellada insiste además en que "por ley" hasta 2023 no subirán los impuestos que actualmente se aplican gas de automoción. "Para entonces la inversión realizada en el kit de adaptación estará amortizada, el ahorro logrado será importante y además serán ya muchos los conductores que comprarán un vehículo a gas de serie, porque éste es el futuro. Se calcula que en el 2015 cerca de 200.000 vehículos en España se moverán con autogás", concluye.
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