Acceso. Tras tres tramos de escalera, en los que se instalarán pasamanos, se accede al sorprendente túnel - Cris

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Hace un año al alcalde de Es Migjorn se le encendió la bombilla. Recordó sus aventuras de infancia, cuando con su pandilla hacía incursiones en el túnel bajo el Pla de l'Església, y se le ocurrió la posibilidad de recuperarlo.

Fue en febrero de 2012 cuando Pere Moll, junto al jefe de la brigada, decidió abrir la trampilla para adentrarse en el paso subterráneo y comprobar cómo se encontraba este túnel, cuya existencia era conocida en el pueblo. Encontraron la gruta excavada en la roca en buen estado de conservación, aunque repleta de materiales.

Un año después, el Ayuntamiento ha encargado a una empresa local la limpieza interior del túnel y la restauración de la bóveda de acceso por 5.000 euros, una partida incluida en los presupuestos de este año. Las labores empezaron hace dos semanas y el túnel está prácticamente limpio.

El pasado jueves visitó la gruta la técnica de Patrimonio para asesorar sobre su correcta restauración. El siguiente paso, según el alcalde, será el encargo de un proyecto de actividad para la instalación de iluminación, paneles informativos y para que pueda abrirse al público este verano como nuevo atractivo de Es Migjorn y un reclamo para las visitas.

Además se proyectará un video con las explicaciones de dos abuelos del municipio que conocen la historia de este túnel. "Su apertura no sólo pretende dinamizar el municipio, sino también ser un homenaje a las personas que lo construyeron", afirma.

El túnel se empezó a construir en 1936, tiene una longitud de 70 metros y tiene suficiente amplitud y altura para que pueda visitarse. El alcalde está recogiendo ideas para que Es Migjorn pueda recuperar la memoria y convertir lo que fue un refugio en un espacio cultural.