La recuperación de la economía menorquina comenzará a notarse el próximo año y vendrá de la mano del tirón del turismo, de las exportaciones de calzado y bisutería, de la reactivación de las pequeñas y medianas empresas gracias a una mayor fluidez del crédito y del paulatino incremento de la confianza de los empresarios. Y es que Menorca está en condiciones de salir "en primera línea" de la crisis porque sus empresas "van por buen camino", y porque no existe un excesivo desequilibrio con respecto al resto de islas, según manifestaron ayer responsables del Instituto de Garantía Recíproca (ISBA).
Esta entidad financiera sin ánimo de lucro, cuyo principal objetivo es facilitar y mejorar el acceso a la financiación de las pequeñas empresas, autónomos y profesionales mediante la concesión de garantías, incrementó en 2012 la formalización de avales en Menorca en un 83 por ciento respecto al año anterior tras aprobar 56 operaciones. En total concedió seis millones de euros (actualmente suma en la Isla un volumen de 20,1 millones) y el número de empresas avaladas por el ISBA ya suma 257 sociedades con un aumento del 2,8 por ciento en 2012. El aval medio solicitado fue de 69.662 euros y por sectores, el que más garantías firmó fue el comercio, seguido de la industria, el transporte, la hostelería y el turismo, la construcción y el sector primario. El éxito de las líneas de bonificación de prestamos (a un interés del 3 por ciento) puestas en marcha por la Sociedad de Garantía Recíproca, según sus responsables, son consecuencia del impulso dado por la aplicación de la Ley de emprendedores y la sustitución de las políticas de subvención por líneas de estímulo a la actividad. Hay que tener en cuenta que el 20 por ciento del capital de la sociedad de garantía recíproca lo aporta el Govern y el 80 por ciento restante empresarios y entidades financieras, por lo que el ISBA permite disminuir el riesgo de esas operaciones a través de sus avales público-privados.
Gracias a la inyección de liquidez en el tejido económico menorquín aportada durante el año pasado por el ISBA se crearon 52 nuevos puestos de trabajo directos, si bien tan solo se dieron de alta cinco nuevas empresas (-50 por ciento). Y es que la mayoría de los prestamos solicitados por los empresarios menorquines fueron para refinanciar deuda y mejorar su liquidez (56 por ciento), es decir para poder mantener los negocios abiertos, y, en menor medida a inversión (43 por ciento) a diferencia que en el resto de Balears, donde primaron los proyectos de inversión.
Crece la Morosidad
Esta circunstancia no preocupa en exceso al presidente del ISBA, Fernando Marqués, porque significa, a su juicio, que en Menorca los empresarios siguen creyendo en sus negocios y con los avales alargan plazos, bajan cuotas de pago y mantienen puestos de trabajo. Marqués también minimizó ayer el incremento de la morosidad del ISBA en Menorca del cuatro al siete por ciento en 2012, porque sigue estando por debajo de la media de la Sociedad de Garantía Recíproca, porque los préstamos fallidos a penas superan el 0,54 por ciento y porque la ratio de solvencia de la entidad ha aumentado al 17,15 por ciento. "El 92 por ciento de las nuevas empresas avaladas en los últimos diez años aún existen, porque además de garantías ofrecemos seguimiento de los proyectos, asesoramiento y nos fijamos en su viabilidad", incidió el presidente del ISBA, quien ayer presentó el balance de actividad de la entidad en Menorca correspondiente al ejercicio 2012 acompañado por el conseller delegado del Govern en este organismo, José Vicente Marí, el vicepresidente del ISBA, Lluís Sintes y el director general de la sociedad, Jesús Fernández.
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