Jueces y fiscales estaban llamados ayer a la huelga contra las medidas impuestas por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, en especial contra la aplicación de las tasas judiciales y la politización del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En Menorca, de un total de siete jueces, dos secundaron la huelga, si bien un tercero aseguraba ayer a este periódico que estaba de acuerdo con la protesta pero no podía parar por exigencias del puesto.
Así, solamente el Juzgado de Instrucción número 3 de Maó se quedó ayer sin magistrado. Al principio del día, el número 1 tampoco tenía juez titular, pero al estar de guardia para asuntos de violencia de género, el magistrado tuvo que incorporarse a su puesto de trabajo para atender uno de estos sucesos. Similar es el caso de Bartomeu Mesquida, juez decano del partido judicial de Maó. Tras manifestar su voluntad de secundar la huelga, añade que su condición de decano le obliga a estar en su puesto de trabajo, a pesar de que esté de acuerdo con las movilizaciones.
Precisamente la previsión de protestas hizo que efectivos de la Policía se desplazaran a media mañana hasta los Juzgados de Maó. Esperaron media hora, y al ver que no había movilizaciones en la calle, se volvieron a su cuartel.
En Ciutadella, los dos Juzgados de Instrucción mantuvieron ayer la actividad. Uno de ellos estaba de guardia, y su juez declinó hacer declaraciones sobre si estaba en su sitio de trabajo por obligación o por decisión expresa de no secundar el paro.
En cuanto a los fiscales, de los cuatro que trabajan actualmente en Menorca, solamente uno secundó el paro, según fuentes de los propios fiscales.
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