El reciclaje de basura en la Isla se estanca en el 20 por ciento

Fiesta en Maó
La campaña se prolongará entre el 18 de febrero y el 3 de marzo y tendrá su punto álgido en la Fiesta del Reciclaje que se celebrará el próximo día 1 de marzo en la plaza de la Explanada de Maó, según explicó ayer el conseller de Medio Ambiente, Fernando Villalonga, acompañado de la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés y el concejal de Servicios Técnicos, Mateo Aínsa. Maó tomará así el relevo de Ferreries, localidad donde el año pasado se celebró "con gran éxito" la primera edición de la fiesta del Reciclaje. Ese día, familias enteras, podrán participar en diversos talleres donde se fabricarán juegos a partir de residuos o se construirá una ciudad reciclada. También contarán con los ecoxocs, una versión moderna y ecológica de los coches de choque de toda la vida, y con el parque de ecojocs, un espacio de juegos tradicionales construidos con materiales reciclados.

"Se trata de hacer entender a la población de la importancia y la necesidad del reciclaje. Por tanto, queremos potenciar la cultura de la corresponsabilidad. Es decir, que más ciudadanos se hagan responsables de los residuos que generan y que actúen de forma coherente con lo que representa la protección del medio ambiente", comentó el conseller, quien apuntó que Es Mercadal y Ferreries, por este orden son los municipios que más reciclan. Villalonga hizo hincapié en el hecho de que cuanto mayor es el reciclaje menor es el consumo de territorio y de espacios como el vertedero de Milà.

Por su parte, la alcaldesa de Maó, remarcó los esfuerzos que lleva a cabo esta localidad en promoción del reciclaje. Reynés puso como ejemplo la campaña puesta en marcha la pasada Navidad y las acciones incluidas en esta materia en la Agencia Local 21. El concejal de Servicios Técnicos apostilló asimismo que Maó dispone actualmente de 90 puntos para reciclaje, incluidos varios para el reciclaje de aceites. "El coste para reutilizar es gratis. En cambio, tirar la basura a Milà cuesta más dinero de lo que la gente puede pensar", advirtió Mateo Ainsa.