Fornells. El viento provocó la caída de una cornisa sobre un balcón, y finalmente algunos elementos del saliente acabaron también en el suelo - Cris

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Menorca fue ayer sacudida por el temporal de tramontana que dejó en la Isla rachas cercanas a los 90 kilómetros por hora. El viento provocó la caída de varios árboles y también de una cornisa en Fornells. Además, la Isla quedó incomunicada por mar durante toda la jornada, después de que el puerto de Maó fuera cerrado a las 6.40 horas de la mañana. En Ciutadella tampoco hubo tráfico marítimo, ya que el temporal en el Canal de Menorca era más que considerable, con olas que superaban ampliamente los cuatro metros de altura y que hacían imposible la navegación.

En Fornells, el viento provocó la caída de la cornisa de un edificio en el Carrer Major sobre el balcón del edificio, y después parte del balcón también se precipitó hasta la calle. El incidente, que no provocó ningún daño personal, obligó a cerrar durante unos minutos el tránsito por esta vía, aunque precisamente en Fornells ayer salir a la calle a pasear era poco menos que un deporte de riesgo. Al fuerte viento que soplaba se unían las bajas temperaturas. El termómetro no pasó ayer de los 10 grados, pero lo que notaban los menorquines era diferente. La llamada sensación térmica se situaba cuatro grados por debajo de lo que marcaba el termómetro, según aseguraban desde la Agencia Española de Meteorología. Así, ayer en Menorca fue como si no hubiéramos superado los seis grados, y en algunos momentos la temperatura que notaba el cuerpo rozaba los cero grados.

El frío que reinaba ayer, y que seguirá con nosotros durante los próximos días, provocó que en algunos instantes cayera agua-nieve sobre la Isla. En Maó, en Ferreries, en Ciutadella... Fueron muchos los ciudadanos que vieron como caía lo que parecían pequeños copos de nieve. Desde la Agencia Española de Meteorología matizan que realmente la precipitación era de agua-nieve, aunque también existía el riesgo de que cayera granizo, como pasó en Ferreries en la noche del miércoles al jueves.

Pero si algo caracterizó el día de ayer fue la tramontana. Al incidente de Fornells debe sumarse la caída de un árbol sobre el muro exterior de una vivienda en la Avinguda Verge del Toro de Alaior, lo que obligó a los operarios del Ayuntamiento a desplazarse hasta la zona para retirarlo. En Maó también un árbol se precipitó sobre el capó de un coche aparcado en la calle Vasallo de Maó, cerca de la pista de atletismo. La brigada municipal también fue la encargada de retirar los restos del árbol, ayudados por agentes de la Policía Local que regulaban el tránsito para facilitar las tareas de los operarios municipales.

En el resto de municipios apenas se registraron incidentes. En Ciutadella cayó una rama también cerca del Colegio Público Pere Casasnovas, y se tuvo que intervenir para recolocar algunos contenedores de basura que habían sido movidos por el viento.

El puerto de Maó también sufrió los embates del viento, y una farola necesitó de la intervención de trabajadores de Autoridad Portuaria e incluso de una grúa de grandes dimensiones para evitar que cayera sobre la vía pública. Precisamente en el puerto ayer por la noche se quería intentar que el buque "Murillo", de Acciona Trasmediterránea, pudiera amarrar después de que no pudiera hacerlo durante toda la jornada y permaneciera refugiado en la costa sur de la Isla.

En Ciutadella, el tráfico quedó totalmente cancelado. Para hoy está previsto que el "Nura Nova" de Iscomar sí navegue, puesto que en principio el viento va a amainar, a la espera de que el sábado vuelva a reforzarse. Lo que no variará serán las temperaturas, que seguirán siendo bajas, claramente invernales.