El conseller de Movilidad y Proyectos, Luís Alejandre, presentó ayer, junto al alcalde de Es Castell, Lluís Camps, la intervención que mejorará la parada de bus de delante la iglesia del Roser que, entre otros objetivos, aumentará la seguridad de la zona, se adaptará a las necesidades de los discapacitados y pasará a contar con una marquesina para preservar a los usuarios de las inclemencias del tiempo.
Esta parada de bus de Es Castell es una de las más concurridas de Menorca y el bus ha de pararse encima de la acera, que se ha visto afectada. Además se encuentra justo allí una de las salidas del paso subterráneo que cruza la carretera Me-2 por el que transitan muchos escolares. Por todo ello la próxima semana empezarán una serie de intervenciones que deberían estar terminadas en dos meses. Durante este tiempo el bus tendrá su parada provisional cerca de la actual.
El Consell sufragará esta obra que tendrá un coste de 34.658 euros que se refieren al levantamiento del pavimento hundido por el peso de los autobuses y que deberá permitir rebajar la plataforma para minusválidos, construir un carril de deceleración y parada del vehículo en sustitución del parterre actual, instalar una marquesina doble en dicho punto y colocar barandillas para evitar el cruce o salida en puntos peligrosos donde ya se han producido varios accidentes.
El conseller Alejandre aprovechó su visita a Es Castell para anunciar la creación de un carril bici que unirá la población, en casi todo su tramo, con Maó, y recordar el drenaje realizado en la rotonda de Son Vilar y los trabajos para avanzar en el proyecto de la rotonda de Trebalúger, pendiente aun de algunas expropiaciones.
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