"Pediré al Niño de María que todos los hombres entiendan su nacimiento"

Entré en el Monestir de Santa Clara con un recogimiento especial, como si me sumergiera en un espacio diferente, entrañablemente humano pero íntimamente espiritual; fiel a la cita con Sor Carmen Mesquida Pons, la actual abadesa de éste enclave austero pero al propio tiempo privilegiado de Ciutadella.

¿Cuáles son los primeros recuerdos que mantiene gravados en su mente?
Los propios de una infancia feliz; ser la pequeña de cuatro hermanos equivale a ser la predilecta o la mimada por todos; además mis hermanos eran para mí especiales, les admiraba al máximo y no digamos de mis padres, a quienes adoraba.

¿En qué colegio inició su etapa escolar?
En la Consolación, luego pasé al Colegio Público y finalmente cursé el Bachillerato en el Instituto Josep Maria Quadrado; la primera etapa la hice por libre, estudiaba y trabajaba, pero al llegar al Bachillerato superior me incorporé de lleno a las aulas porque consideré que el esfuerzo era mayor y debía dedicarme de lleno a estudiar.

¿Cuándo y cómo sintió la llamada del Dios de bondad, de amor…?
La vocación, la "llamada", tiene diversas formas de producirse; la mía vino a través de un proceso de maduración; mi familia era religiosa pero sin exageraciones, una familia normal; mi proceso se inició en Acción Católica, allí sentí los primeros "coletazos", luego dentro del movimiento obrero cristiano que la 'JOC' representaba, en fin toda una serie de factores que fueron determinantes e importantes dentro de esta fase tales como "els escoltes"… Y en todo este ir haciendo sentía que mi fe iba creciendo e iba haciéndose más presente en mi vida.

Me imagino que durante este "peregrinaje", en esta etapa de maduración hubo junto a usted quienes aportaron una mayor luz; me refiero a los consiliarios.
Los tuvo y no solo uno sino varios; sin embargo don Rafael Maria Oléo Cortés fue quien más influyó en mi decisión; para mí era un sacerdote que reunía toda una serie de cualidades humanas, intelectuales y religiosas que le convertían en un ser especial; él me enseñó a vivir en libertad, ser yo misma… "Tú -me decía- has de elegir lo que quieras ser, pero esta elección ha de ser libre y sin ningún tipo de coacción.

Un proceso que debió tener sus momentos de euforia como también sus dudas. ¿Fue así?
En cierta manera fue tal como dice; siempre me hacía la misma pregunta: "¿Què vol Deu de mí?" Y la respuesta no era diáfana; primeramente quise ser misionera, y por ello me esforcé en los estudios para prepararme adecuadamente, partiendo siempre del "darme" a los demás. En la 'JOC' aprendí la grandeza de trabajar para los demás y mi revisión de vida me llevaba al compromiso y a una mayor responsabilidad que paulatinamente fui asumiendo.

Y llegó el momento de la elección; y se decantó por entrar en el Monestir de Santa Clara, ser monja de clausura. ¿Cuál es su vida dentro de estas cuatro paredes?
Intenta y sencilla; intensa porque nunca estamos mano sobre mano y sencilla porque vivimos por y para los demás, sin buscar las comodidades de una vida más regalada.

Me imagino que deben reír, jugar… Pero sobre todo trabajar y rezar.
De todo pero nuestra posición nos permite ser más sensibles a la palabra de Dios que nos conduce más al hombre, al hermano, sobre todo a la gente que sufre, que padece, a los más pobres y necesitados; hombre y mujeres a través de los cuales nos sentimos más cerca del Dios de amor, del Dios que se hizo hombre para redimirnos.

Hoy el ser cristiano es ¿una bendición o un sacrificio?
Para mi es un "derecho"; no es ni una obligación, ni un sacrificio, es como he dicho y personalmente siento un "derecho". El cristiano debe lograr un equilibrio entre lo humano y lo espiritual, y alcanzar este equilibrio, que no resulta fácil, debería ser la meta de todos los cristianos porque en el, en este equilibrio, está la medida exacta para un desarrollo integral, humano y espiritual.

Interpreto que el ser cristiano para usted es un…
Privilegio; sin estar en contra de cualquier otra religión, que no lo estoy porque las respeto profundamente a todas, creo que el catolicismo es "único", al menos para mí porque ha dado sentido a mi vida, el de darme a los demás como Jesús se dio a toda la humanidad.

¿Qué es Dios?
El que me da la fe; el que me cobija y da sentido a mi vida; Dios es "el principio y el fin" de todas las cosas.

¿Cuál es su libro de cabecera?
Hay muchos y muy buenos, pero mi libro de cabecera es la Biblia, un libro maravilloso que da respuesta a cualquier situación en que te encuentras, para mí y como se dice actualmente, la Biblia "es la madre de todos los libros",

Actualmente usted es la madre abadesa de este "refugio", de este monasterio, ¿cómo se produce la elección?
El mandato es solo para tres años y en el momento del cambio, a la hora de la elección, se convoca el llamado "capítulo conventual" y allí, tras las deliberaciones pertinentes, se elige la nueva abadesa; lógicamente con anterioridad lo hemos hablado, somos tan pocas que el no hacerlo sería ridículo, pero la elección es totalmente libre.

Elección en la que participa el…
El obispo, pero no participa en la votación; el obispo forma parte del "capítulo conventual", aunque sin voto.

Actualmente, ¿cuántas hermanas son?
Ocho, seis somos de Menorca, una catalana y la otra andaluza.

¿Viven la realidad cotidiana de este nuestro mundo "roto" en mil pedazos por la mano del hombre?
Intentamos vivir esta realidad, el día a día de un mundo que sufre, padece y se resiente de la falta de amor, pero somos conscientes de que vivimos dentro de un "espacio privilegiado"; nosotras no estamos bombardeadas por la sociedad de consumo, estamos en un oasis pero no del todo aisladas; leemos la prensa, vemos algún telediario y recibimos mucha información a través de las visitas que recibimos y con todo ello intentamos estar al día, conocer la realidad de un mundo que precisa "buscar y hallar a Dios a través de nuestros hermanos".

"Dios es amor", palabras de San Pablo, y el hombre, ¿qué es?
Su obra más perfecta; porque Dios, como dice la Biblia, hizo al hombre a su imagen y semejanza y de ahí nace su capacidad de amor, de darse, de ser y sentirse parte de un todo que busca hacer realidad los principios de fraternidad, de justicia, de libertad y de paz.

Y de compartir.
Desde luego, ya que el compartir es una consecuencia lógica del amor.

Bajaremos el "tono" de la entrevista y lo llevaré a un plano más humano; el Monestir de Santa Clara, está "molt arrelat en les festes de Ciutadella". ¿Cómo viven Sant Joan?
A tope; es un sentimiento tan vivo, tan intenso que es difícil de explicar; además al ser seis hermanas de Ciutadella esto hace que lo vivamos más intensamente; para nosotras Sant Joan son días especiales en que gozamos íntimamente de la alegría de todo un pueblo.

Hay un momento especialmente emotivo.
Sí; y se produce cuando la "qualcada" se dirige al Pla para iniciar los tradicionales juegos que allí se desarrollan; al pasar junto al monasterio el 'caixer senyor' baja del caballo y entra en "nuestra casa" y nos pide que recemos para que no se produzca ningún tipo de incidente, y "que ningú prengui mal", es un momento de una gran emotividad, entrañable e inolvidable en que se ratifica la unión de Ciutadella y Santa Clara.

¿De qué viven?
De nuestro trabajo, hacemos pastas y otros trabajos, además las hermanas mayores cobran de la Seguridad Social a tenor de lo que han cotizado, pero todo ello no es suficiente, aunque nuestro modelo de vida es muy sencillo, sin gastos superfluos; además recibimos algún que otro donativo, tanto en metálico como en especies.

Rezar para quienes no rezan es profundamente humano, de una enorme sensibilidad.
Sin duda alguna, pero nosotros no rezamos por quienes no rezan sino por todas las necesidades de la Iglesia; y resulta entrañable que todas las comunidades del mundo elevemos a Dios la misma plegaría; es "todo el equipo de la Iglesia" que reza con la misma voz… Nuestra plegaria reúne en una sola voz la acción de gracias por todo cuanto hemos recibido y un rezo, ilusionado y confiado, para un mundo mejor.

¿A qué hora inician su oración comunitaria?
A las 6.30 de la mañana iniciamos el canto del "Laudes", y durante el días vamos rezando las otras seis plegarías (horas), finalizando con las Completes a las 9 de la noche.

Una pregunta "dictada". ¿Le gusta nadar?
Sí, muchísimo y actualmente tengo posibilidades de hacerlo… Hubo un tiempo en que teníamos un "petit safareig" y en ocasiones me acercaba a él y removía sus aguas intentando reproducir el sonido del mar cuando acaricia la arena; La Vall, Macarella, Macarelleta son recuerdos de un pasado y de una infancia feliz.

¿Tiene algunas aficiones?
Muchas; me gustan todas las manualidades; el leer, la vida al aire libre, andar, que ejercito en el patio; también me gusta el cine y la música; antes de entrar en el convento fui socia de Joventuts Musical y no me perdía ninguno de los conciertos que programaban.

Jaime Guitar, un inolvidable amigo nacido aquí, en Ciutadella me decía que un cristiano ha de practicar el reír, el compartir y el amar; ¿Añadiría algo más?
La solidaridad y el saber perdonar; la primera "condición" es parte o complemento del compartir, en cuanto a la segunda, la de perdonar es consustancial con el cristianismo y que en el Padrenuestro se confirma al pedir que el Padre perdone nuestras culpas "así como nosotros perdonamos a nuestros deudores", y san Mateo nos recuerda que "si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros el padre celestial".

Seguiremos con la entrevista. ¿Volvería a meterse monja?
Esta pregunta me la han formulado miles de veces y mi respuesta es siempre la misma; sí, porque he ido y soy feliz y porque me siento realizada.

¿Reza por el futuro de Menorca?
El futuro está en manos de Dios… Nosotras rezamos por todo e intentamos captar lo que en cada momento "hem de fer".

El optimismo es una de las banderas de quienes creemos en un Dios padre, sin embargo, ¿se siente alguna vez débil?
Siempre me siento débil, pero nunca me siento sola y en Dios encuentro mi fortaleza y el coraje de seguir a pie de obra.

Me ha dicho que hay un pasaje evangélico que para usted tiene un significado especial. ¿Me lo repite?
Todos los pasajes del Evangelio tiene un significado y una fuerza especial, pero al que me refería era cuando en la última cena Jesús les dice a sus discípulos: "Os doy un mandamiento nuevo, que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos…"

¿Conocemos al Padre?
Felipe, en el escenario anterior le dice a Jesús: "Señor, muéstranos al Padre…" y él le contesta: "Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre".

Lo que interpreto que hemos de buscar al Padre a través de Jesucristo.
Exactamente, "porque yo estoy en el Padre y el Padre está en mí".

"Aquesta nit és Nadal". ¿Qué le pedirá al "Nen de María"?
Que todos los hombres entiendan el misterio y la importancia de su nacimiento, de haberse encarnado para redimirnos a todos.

Y la vida, ¿qué le pide?
Que aprendamos a vivir en plenitud, con amor, esperanza e ilusión.