Ciento tres años de historia no le han valido a Fomento del Turismo de Menorca para capear el último envite. Reunidos ayer en asamblea extraordinaria, los socios decidieron por unanimidad disolver la entidad y ceder su nombre a la nueva fundación turística impulsada, con el apoyo del sector privado, por el Consell de Menorca. Un solo ente que aglutinará, a partir de ahora, toda la gestión turística que hasta la fecha se repartían la Fundació Destí y la Fundació Turisme, si bien ésta última, creada en su día por el Govern balear, hacía tiempo que operaba como simple foro de debate.
El de ayer fue, pues, "un día triste" para todos aquellos que continuaban vinculados al Fomento y, especialmente para la junta directiva y su presidente Nicolás Bordoy. Todos reconocieron el escaso margen de maniobra con el que contaba a día de hoy la centenaria institución privada. Y es que el mal que aquejaba a Fomento venía de años atrás, siendo el 2009 determinante en su trayectoria final.
Aquel año los socios decidieron renunciar a toda actividad con su conversión en "entidad no operativa" adscrita al Ateneu de Maó que, por otra parte, encarnaba sus orígenes. Los movimientos anteriores, con el paso adelante dado por el sector público en la planificación de la promoción turística y la consiguiente reordenación en la asignación de los recursos económicos, marcaron el camino.
Además, la decisión tomada por todas las organizaciones empresariales vinculadas al ámbito turístico –léase ASHOME, AVIBA, CAEB, PIME y Cámara de Comercio- de integrarse en la nueva fundación con mayoría pública ha hecho aún más evidente, por irremediable, este epílogo. Cabe remarcar en este sentido, y a pesar de lo dicho hasta ahora, que la integración en la nueva fundación no era un punto a tratar en la asamblea de ayer ya que no se había requerido por parte del Consell un pronunciamiento de Fomento a este respecto.
Así pues, Fomento del Turismo de Menorca inicia hoy su recta final. A partir de ahora la junta directiva, que hará la función de comisión liquidadora, dispondrá de poco más de dos años, esto es hasta el 31 de diciembre de 2014, para culminar el proceso de liquidación de la entidad. Pero, gestiones formales aparte, cabe remarcar que el cese efectivo fue validado ayer con los votos de los pocos socios que asistieron a la asamblea celebrada en la sede de la Escuela de Turismo en Maó.
El sector privado pierde peso
Hay quienes tienen el convencimiento de que ésta es una manifestación más de la pérdida de peso que el sector privado está experimentando en la toma de decisiones en el ámbito turístico y, más concretamente, en lo referente al diseño y ejecución de las acciones de promoción turística. "Todo lo ha invadido la administración pública", se lamentan a la vez que achacan a cuestiones estrictamente políticas la creación en su día de dos fundaciones, con la consiguiente pérdida de las atribuciones que desempeñaba Fomento.
Tampoco ven que con el nuevo ente propuesto por el Consell se resuelvan estas cuestiones ya que el poder de decisión recaerá en los representantes públicos que ostentarán el 51 por ciento de los votos y los principales cargos en el patronato, recayendo la presidencia en el presidente del Ejecutivo insular, Santiago Tadeo, y la vicepresidencia en la consellera de Turismo, Salomé Cabrera. Extremo comprensible, por otra parte, si nos atenemos al hecho de que la práctica totalidad de los fondos de la nueva fundación serán públicos. Las fuentes consultadas consideran además incomprensible que no se dé cabida en ella a la Escuela de Turismo de Balears, así como "a la sociedad civil no turística".
Y todo ello al margen del conflicto que en torno a la representatividad en el seno del nuevo organismo mantienen las patronales CAEB y PIME y que las fuentes consultadas ven con preocupación y recelo.
Un recorrido con origen y final en el Ateneu
Fomento del Turismo de Menorca empezó su actividad en junio de 1909 en el seno del Ateneu Científic, Literari i Artístic de Maó. En aquellos primeros años actuaba bajo la designación de Sociedad de Atracción de Forasteros y Excursiones, siendo su primer presidente Juan Gomila Borrás.
No fue hasta el mes de agosto de 1932 cuando adoptó su nombre definitivo, emparentándose de esta manera con el Fomento del Turismo de Mallorca. Se puede decir, salvando las distancias, que ambas entidades han seguido caminos similares ya que en los últimos años Fomento del Turismo de Mallorca también ha visto menguar su capacidad de decisión en temas concernientes a la promoción turística hasta el extremo de acabar convirtiéndose en un simple foro de debate.
Antes, entre los años ochenta y noventa, ambas entidades vivieron una época dorada, coincidiendo con la eclosión de la industria turística en Balears.
Con la decisión adoptada ayer por sus socios, actualmente unos 300, Fomento del Turismo de Menorca dice adiós a 103 años de historia, de los cuales pasó los últimos tres adscrito a la misma institución que le vio nacer, el Ateneu de Maó.
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