Solamente uno de los recursos presentados por los propietarios de amarres en situación irregular en el puerto de Ciutadella ha sido estimado por parte de Ports de les Illes Balears. Así, de los 47 amarristas que el ente portuario ha identificado en esta situación, 32 presentaron un recurso después de comprobar que Ports les cobraba su estancia en los amarres a precio de tránsito. Es decir, la tarifa a pagar a Ports es diferente si uno es titular del amarre (amarre de base) que si no lo es (amarre de tránsito). Lógicamente, los amarres de tránsito son mucho más caros.
Los 47 usuarios irregulares dejaron de pagar su amarre a Ports por diferentes cuestiones, pero siempre han defendido que lo hicieron porque el ente portuario no les quiso cobrar la factura. Esta situación se prolongó durante varios años, hasta que ahora Ports ha decidido finiquitar esta cuestión y cobró a estos usuarios irregulares como si todo el tiempo que han estado sin pagar hubieran utilizado un amarre de tránsito.
Esta decisión indignó a estos usuarios, quienes plantearon a Ports una solución que pasaba por pagar una compensación económica a cambio de poder permanecer en los amarres. El ente portuario no respondió a esta solicitud, pero tras estudiar individualmente cada caso, solamente ha estimado uno de los 32 recuros presentados contra esta liquidación por parte de Ports de les Illes. Esto significa que los otros 31 quedan desestimados, y si los usuarios deben pagar un amarre como si lo estuvieran usando en tránsito es porque formalmente ya no son titulares del mismo.
Este es uno de los procesos incluidos dentro de la reordenación del puerto interior de Ciutadella. Con la salida de los buques de las grandes navieras se liberó un espacio que ha sido utilizado para crear un centenar de nuevos puestos de atraque. De éstos, 54 se destinaron a amarres de base, es decir, a atender la lista de espera de particulares que querían un puesto en el puerto para tener su barca. A día de hoy, según la información facilitada por Ports de les Illes Balears, se han ocupado 24 de estos 54 amarres. Es decir, quedan 30 sin ocupar.
Ports destaca en este sentido que los veinte casos ya atendidos permiten dar salida a personas que llevaban esperando un amarre incluso desde 21 años atrás. De hecho, de los nuevos usuarios de amarres, el que llevaba menos tiempo esperando aguardaba un punto de atraque desde el año 2003.
Sobre los 30 expedientes restantes, Ports de les Illes Balears asegura estar pendiente de recibir la documentación de las personas a quien se ha notificado que corresponderían estos puntos de atraque en base a la lista de espera. En cuanto el ente portuario disponga de esta documentación, los amarres podrán ser ocupados. En este sentido, Ports recuerda que los usuarios que ya han sido notificados disponen de seis meses para entregar toda la documentación, y que por lo tanto hay que esperar este medio año antes de hacer correr la lista de espera para adjudicar este amarre a otra persona. En algunos casos, el plazo para enviar la documentación expira este mes de diciembre.
Desde el ente portuario han intentado que las personas que han sido notificados como candidatos a ocupar el amarre pero no estén interesados en ocuparlo lo comuniquen cuanto antes para así correr la lista de espera. No obstante, Ports asegura que no ha recibido ninguna respuesta en este sentido que permita acelerar la tramitación y la nueva adjudicación.
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