El PSOE pide diálogo para que el puerto gane en competitividad

Para los socialistas, el ente gestor ha demostrado sobradamente en los últimos años su falta de interés por mejorar la competitividad económica de la rada mahonesa. Solo un dato demuestra, en su opinión, este extremo y es que el Gobierno ha reconocido recientemente que el beneficio neto de los puertos de interés general de Balears, es decir, aquellos que gestiona Autoridad Portuaria, fue en 2011 de 15 millones de euros. "¿Por qué no se ha realizado este año ninguna inversión pública, al margen de pequeñas actuaciones de maquillaje?", se pregunta el regidor Vicenç Tur.

En su opinión y la del sector náutico, con el que el PSOE ha mantenido diferentes reuniones, hay un sinfín de actuaciones susceptibles de recibir financiación pública y cuya ejecución redundaría en una mejora de la competitividad del puerto con la consiguiente creación de puestos de trabajo, siendo a su entender la más necesaria la zona de servicios para el mantenimiento de embarcaciones durante todo el año. Según los datos recabados, los ingresos que se pueden derivar de las tareas de mantenimiento y mejora de cada embarcación durante seis o siete meses fuera de temporada se mueven alrededor de los 70.000 euros, un pellizco que alegraría las arcas del sector náutico en los meses flojos.

"En estos momentos, en el puerto de Maó tan solo quedan cinco o seis barcos que requieran estos servicios; los armadores optan por hibernar en puertos próximos o, incluso, en puertos de Marruecos donde cuentan con unas instalaciones adecuadas y donde el precio de los amarres es mucho más ajustado", se lamenta el edil socialista.

De hecho, el también secretario general del PSOE-Menorca, que compareció ante los medios acompañado de las concejalas Elvira Badia y Elena Costa, ve en el encarecimiento de los precios de los amarres una manifestación clara de la gestión "insensible" llevada a cabo por Autoridad Portuaria en Maó. "Éste es el resultado de unas concesiones y concursos abusivos ya que, para hacer frente a las obligaciones de inversión estipuladas en los contratos y a la cuotas anuales de explotación, las empresas adjudicatarias tuvieron que incrementar de manera escandalosa los precios, lo que acabó propiciando la expulsión de muchas embarcaciones y, a la postre, el incumplimiento de estos acuerdos. Es el pez que se muerde la cola", concluye Tur.