La alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, firmó ayer un nuevo decreto de servicios mínimos para la Administración municipal, de cara a la jornada de huelga general convocada por los sindicatos para mañana. Un documento que supone una rectificación después de las denuncias expuestas desde los sindicatos por considerar excesivos los cálculos en cuanto al número de trabajadores que deberían estar activos.
Así, finalmente, durante el día de mañana, el Ayuntamiento hará que trabajen las trabajadoras familiares, el personal del geriátrico que está operativo los domingos, una trabajadora social, un administrativo de la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC) y, en los servicios técnicos, un capataz y un electricista. Esto supone que salen de los servicios mínimos planteados inicialmente un total de once personas.
Advertencia
Desde la Alcaldía señalan que "este decreto es la expresión, en todos sus términos, de la demanda planteada por el comité de empresa, lo cual implica que, aparte del área de Servicios Sociales, que incluye el Geriátrico, sólo tres empleados están afectados por este decreto". Así, el Ayuntamiento advierte que "determinados servicios públicos municipales no tienen la cobertura garantizada".
Y es que con este nuevo decreto firmado por Reynés, el Consistorio prescinde de un trabajador de Alcaldía, uno en la OAC, un telefonista, un administrativo o auxiliar administrativo de los servicios jurídicos, un administrativo o un auxiliar administrativo del área de Urbanismo y Servicios Generales, del jefe de los servicios económicos, así como del personal de turno en el polideportivo. Es decir, no entran en los servicios mínimos los dos socorristas o monitores previstos inicialmente, ni la persona responsable de mantenimiento, ni el administrativo o, en su caso, auxiliar administrativo.
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