Ampliación. Las distintas fases que se han realizado quedaron interrumpidas en 1998. - Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Alaior ha retomado el proyecto de ampliación del cementerio municipal, una iniciativa que lleva años estancada a pesar de la acuciante necesidad de incrementar el número de nichos.

Así es como el equipo de gobierno está desarrollando una estadística para conocer la demanda real y el interés en adquirir una sepultura, ya sea mediante una transmisión de derecho funerario de un nicho por un plazo de 99 años o un alquiler por un plazo de uno o cinco años.

En paralelo a este estudio el Ayuntamiento ya ha encargado el trabajo para la actualización del proyecto que no llegó a ejecutarse en su totalidad y cuyas obras se interrumpieron en 1998. Y es que el plan original ha quedado desfasado y el equipo de gobierno precisa saber el coste real de la actuación. También cabe verificar si el proyecto se adapta a la normativa en vigor.

La alcaldesa, Misericordia Sugrañes, explica que cuando se conozcan estos dos aspectos, es decir, el presupuesto y la demanda, se plantearán posibles vías de financiación. Será entonces cuando se determine si la ejecución se lleva a cabo en una o en varias fases según los cálculos económicos que baraje el gobierno municipal. "A la vista de los datos estaremos en mejores condiciones de calcular qué costes deben repercutirse a los ciudadanos que adquieran sepulturas", señala. Además, informa que desde que se ha puesto en marcha esta campaña para dimensionar la demanda de interesados, el Ayuntamiento ha recibido muchas peticiones. Aspecto que sin lugar a dudas se debe a que se trata de una reivindicación histórica de la ciudad. Es más, a día de hoy, el camposanto municipal solo dispone de unos pocos nichos de alquiler.

Asimismo, Sugrañes explica que el Ayuntamiento lleva trabajando en esta posibilidad desde hace meses. Ya fue encargado el estudio hidrogeológico, que informa favorablemente.

La voluntad municipal es aprovechar el proyecto que solo llegó a ejecutarse en un diez o un quince por ciento y que cuenta con las estructuras marcadas que serían aprovechables.
Así, el emplazamiento se plantea en la zona denominada Las Delicias. La parcela consta de una superficie de 10.570 metros cuadrados, es decir, poco más de una hectárea, aunque el ensanche que se proyecta es de 5.755 metros cuadrados con una capacidad total para 675 tumbas y 30 urnas para cenizas.

La nueva zona formaría parte del recinto actual puesto que quedaría dentro de un muro de cierre perimetral. La conexión interior se plantea a través de una de las capillas del actual camposanto además de proyectarse una segunda entrada directa a la zona de ampliación, con un área de estacionamiento.

El proyecto describe una forma semicircular e incluye una zona novedosa para columbarios (nichos destinados a contener urnas cinerarias), otra para mausoleos y una tercera para tumbas individuales.

El proyecto supondría también la actualización de dependencias como una sala para velatorio, la instalación de un horno incinerador y una oficina administrativa, todo ello, a la espera de conocerse la totalidad de la inversión requerida.