Un nuevo sepulcro megalítico, perteneciente a la Edad del Bronce, ha sido descubierto en terrenos de Binibèquer, en Sant Lluís. Este monumento de carácter funerario, que se remonta al periodo Naviforme I (1750-1400 a.C.), es el primero de este tipo documentado en el municipio y se suma a los ya conocidos de Ses Roques Llises, Binidalinet, Momplé y Ferragut Nou.
El descubrimiento del sepulcro megalítico de Binibèquer es una de las principales aportaciones al conocimiento arqueológico de la Isla del libro -de próxima aparición- sobre la historia de Sant Lluís, cuyo capítulo dedicado a la época prehistórica ha sido elaborado por los arqueólogos Simón Gornés y Joana M. Gual.
Aunque no se ha realizado una actuación de desbroce y retirada de las piedras que envuelven el monumento, todo parece indicar que solo se ha conservado la mitad del sepulcro funerario -que tiene una antigüedad de más de 3.500 años- en sección transversal. A pesar de ello, se aprecia el mismo patrón constructivo que define a este tipo de construcciones funerarias: una cámara rectangular, en este caso de unos 4 metros de longitud, construida mediante grandes lajas de piedra, a la que se accede a través de una pequeña obertura circular o cuadrada realizada en la losa frontal. Un corredor, de unos 2 metros de longitud, conecta con la citada cámara funeraria. Además, todo el conjunto estaba rodeado por un muro que contendría un cúmulo formado por piedras y tierra que cubría toda la estructura arquitectónica.
Por otra parte, Gornés y Gual señalan que en los alrededores del monumento se han podido observar unos pocos restos de ajuar cerámico que confirman que se trata de un típico sepulcro megalítico menorquín. Ambos arqueólogos se refieren a restos de contenedores cerámicos de pasta de color gris, que reproducen formas bien conocidas por los profesionales de la arqueología, como son las asas -grandes y pequeñas- perforadas transversalmente y bordes de bol y de grandes contenedores en forma de tonel, entre otros.
La excavación del sepulcro megalítico de Ses Roques Llises permitió comprobar que en su interior se inhumaban personas de cualquier edad y sexo, acompañadas de sus pertenencias personales, según señalan Gornés y Gual. Además, delante de la entrada del monumento funerario se ubica una zona de depósito de ofrendas para los fallecidos en forma de contenedores cerámicos, que en su interior debían contener elementos orgánicos -como liquidos y alimentos- que no se han conservado.
En realidad, el hallazgo de la construcción funeraria de Binibèquer tuvo lugar hace tres años por el vigilante del Servei de Patrimoni Històric del Consell insular, Toni Seguí, aunque durante este tiempo no se ha dado a conocer a la opinión pública para facilitar los trabajos de documentación del monumento y realizar el levantamiento planimétrico del mismo.
La Edad del Bronce en Menorca, a la que pertenece este sepulcro megalítico, comprende de 1750 a 1000 a.C., aproximadamente, y se divide en dos periodos: Naviforme I (1750-1400 a.C.) y Naviforme II (1400-1000 a.C.). Se trata del periodo prehistórico inmediatamente anterior a la Edad del Hierro, que en la Isla se corresponde con la cultura talayótica.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.