El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ciutadella no quiere esperar a tener aprobada una ordenanza para poder ampliar los horarios de apertura de los locales de ocio de la ciudad que hace unos días se enteraron que su funcionamiento estaba regulado por una Orden Ministerial del año 1977 y no por normas posteriores, como se pretendía hasta el momento. Así, la concejala de Gobernación, Juana María Pons, se ha puesto en contacto con el Govern balear y con el Consell para analizar la posibilidad de aplicar de inmediato unos horarios diferentes a los de la Orden Ministerial de 1977.
Pons lo define como una especie de moratoria que permita no tener que esperar a los plazos legales de aprobación de una ordenanza que, aunque viera luz verde en el próximo pleno, tardaría como mínimo un mes en entrar en vigor. La concejala entiende que esta medida podría ayudar a la vez que, paralelamente, avanzan las negociaciones con los diferentes partidos políticos para poder aprobar cuanto antes la nueva normativa ya definitiva.
El vacío legal detectado en esta cuestión afecta a muchos locales y comercios, como aquellos bares que hasta ahora abrían antes de las seis de la mañana (algunos de ellos muy populares y concurridos), pero donde más polvareda ha levantado este asunto ha sido en los locales de ocio de Es Pla de Sant Joan. Ayer, representantes de estos empresarios se reunieron con la concejala Juana María Pons para analizar la situación, y al final del encuentro, la conclusión era que nada había cambiado. "Están estudiando la posibilidad de habilitar unos horarios especiales, pero no nos han prometido nada", explican los empresarios.
De hecho, la demostración de que nada ha cambiado es que este fin de semana se volverán a sancionar a los locales que cierren más tarde de lo que marca la normativa del año 1977, tal como ya sucedió el pasado fin de semana y que supuso el levantamiento de 23 actas entre el viernes y el domingo. "Este fin de semana todo seguirá igual", avanza Juana María Pons. En este sentido, los empresarios aseguran estar a la espera de lo que suceda en las próximas horas, por si finalmente se autorizan estos horarios temporales más permisivos que los de 1977, aunque algunos confiesan no tener muchas esperanzas depositadas en ello. De hecho, algunos locales, sobre todo los más pequeños, se plantean no abrir sus puertas este fin de semana porque no les salen las cuentas si les obligan a cerrar a las dos de la madrugada. Este periódico ha podido saber de dos casos en este sentido, pero no se descarta que puedan ser más.
Algunos de estos empresarios acatan la sanción, pero añaden que si a ellos se les hace cumplir con este decreto del año 1977, "la exigencia debería ser la misma en todos los locales de Ciutadella para que no podamos decir que ha habido prevaricación".
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